La secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, manifestó su creencia de que puede haber un alto el fuego en Líbano "en un plazo de días, no de semanas".
En declaraciones televisivas, Rice afirmó que el alto el fuego "es ciertamente posible esta semana. Desde luego es una cuestión de días, no de semanas".
La secretaria de Estado, que el lunes regresó de una gira de una semana por Oriente Medio y Malasia, se reunió con el viceprimer ministro israelí, Shimon Peres, quien también dialogó en la Casa Blanca con el presidente George W. Bush.
En sus declaraciones, la secretaria de Estado matizó que para que se pueda lograr ese alto el fuego tienen que darse ciertas condiciones, entre ellas el fortalecimiento del control del gobierno libanés sobre el sur del territorio del país, para evitar nuevos ataques de la milicia chiíta Hezbolá contra Israel.
"El gobierno libanés tiene que ejercer la soberanía completa sobre su territorio", explicó Rice, quien reiteró el argumento de que se necesita "un fin de la violencia que realmente vaya a ser el fin de la violencia".
Hasta el momento, Washington se ha negado a presionar a Israel para un alto el fuego con el argumento de que ese país tiene derecho a defenderse y es necesario eliminar primero lo que considera la "raíz" del problema, los ataques de Hezbolá.
Según los datos facilitados por Israel y el Líbano, desde el inicio de las hostilidades, el pasado 12 de julio, se han recuperado los cadáveres de 828 personas en territorio libanés, mientras que una veintena de civiles han fallecido en territorio israelí.
Además, un mando militar israelí señaló que hasta la fecha han muerto entre doscientos y trescientos milicianos de Hezbolá, extremo que esta organización niega, y que en las tropas de Israel hubo 36 bajas mortales.
En declaraciones a la prensa tras su reunión con Bush, Peres afirmó, en relación con la duración de la ofensiva de su país, que se está "muy cerca de una decisión".
Según Peres, "las bajas que ha sufrido Hezbolá son más altas de lo que se ha publicado" y las fuerzas israelíes han destruido entre el 70 y el 80 por ciento de los misiles de mayor alcance de la milicia.
En declaraciones televisivas, Rice afirmó que el alto el fuego "es ciertamente posible esta semana. Desde luego es una cuestión de días, no de semanas".
La secretaria de Estado, que el lunes regresó de una gira de una semana por Oriente Medio y Malasia, se reunió con el viceprimer ministro israelí, Shimon Peres, quien también dialogó en la Casa Blanca con el presidente George W. Bush.
En sus declaraciones, la secretaria de Estado matizó que para que se pueda lograr ese alto el fuego tienen que darse ciertas condiciones, entre ellas el fortalecimiento del control del gobierno libanés sobre el sur del territorio del país, para evitar nuevos ataques de la milicia chiíta Hezbolá contra Israel.
"El gobierno libanés tiene que ejercer la soberanía completa sobre su territorio", explicó Rice, quien reiteró el argumento de que se necesita "un fin de la violencia que realmente vaya a ser el fin de la violencia".
Hasta el momento, Washington se ha negado a presionar a Israel para un alto el fuego con el argumento de que ese país tiene derecho a defenderse y es necesario eliminar primero lo que considera la "raíz" del problema, los ataques de Hezbolá.
Según los datos facilitados por Israel y el Líbano, desde el inicio de las hostilidades, el pasado 12 de julio, se han recuperado los cadáveres de 828 personas en territorio libanés, mientras que una veintena de civiles han fallecido en territorio israelí.
Además, un mando militar israelí señaló que hasta la fecha han muerto entre doscientos y trescientos milicianos de Hezbolá, extremo que esta organización niega, y que en las tropas de Israel hubo 36 bajas mortales.
En declaraciones a la prensa tras su reunión con Bush, Peres afirmó, en relación con la duración de la ofensiva de su país, que se está "muy cerca de una decisión".
Según Peres, "las bajas que ha sufrido Hezbolá son más altas de lo que se ha publicado" y las fuerzas israelíes han destruido entre el 70 y el 80 por ciento de los misiles de mayor alcance de la milicia.