Miles de policías y soldados participan del megaoperativo que arrancó hoy en Irak para frenar la ola de violencia que, desde hace algunos días, va en aumento. El plan se pone en funcionamiento un día después de que Bush realizara una visita sorpresiva al país árabe. Pese al megaoperativo, un coche bomba mató a dos personas e hirió a otras siete en el norte de Bagdad y rebeldes bloquearon una calle con piedras y troncos y se tirotearon con la policía en el occidental barrio de Adhamiya, según fuentes policiales. El plan de seguridad, ordenado por el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, se implementó un día después de que el presidente estadounidense, George W. Bush, visitara sorpresivamente el país y prometiera su apoyo al premier y al pueblo iraquí. Fuentes militares dijeron que unos 20 mil soldados iraquíes fueron desplegados en la capital para la denominada Operación Adelante Juntos, que se suman a uno 50 mil policías dependientes del Ministerio del Interior. Funcionarios iraquíes dijeron ayer que el plan incluye incrementar el número de puestos de control dentro y fuera de Bagdad, un toque de queda nocturno, la prohibición de portar armas y operativos antiinsurgentes con apoyo aéreo si es necesario. La operación es la más grande de su tipo en la capital desde que Estados Unidos traspasó la soberanía a Irak, en junio de 2004, dijeron ayer fuentes gubernamentales. El plan se implementa ocho días después de la muerte del líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab Al Zarqawi, en un bombardeo estadounidense al norte de Bagdad. El sucesor de Zarqawi al frente del grupo juró ayer vengar su muerte y proseguir la lucha.