Que el rosarino Lionel Messi es el principal atractivo que ofrecerá el sábado el partido de las eliminatorias del Mundial 2010 entre Argentina y Chile, no caben dudas. Es que, más allá de las expectativas que pueda generar o no en esta nueva etapa la selección de Alfio Basile, la gente sabe que no son muchas las oportunidades de ver a la Pulga en acción, en vivo y en directo en el país.

"Las entradas son baratas si consideramos que juega Messi", dijo un hincha que pagó 90 pesos por una buena ubicación en el Monumental, mientras que una mujer mayor, que por 14 pesos consiguió una entrad popular, aseguró que era para su nieto, al que señaló como "un fanático” del delantero del Barcelona.

"Mi hijo, que ahora está en el colegio, cumple años el domingo y me pidió como regalo una entrada para ver a Messi. Estuve tres horas en la fila pero la conseguí. Se va a volver loco", aseguraba otra mujer frente a una cámara de televisión.

Un revendedor situado a uno 250 metros del estadio ofrecía entradas "para ver a Messi". "Muchachos, no se lo pierdan, juega Messi, juega Messi", decía mientras caminaba presuroso entre los peatones con varios boletos en sus manos.

Lejos de allí, en la concentración argentina, lugar donde los jugadores recibieron a la prensa, la Pulga dijo por enésima vez que "Maradona hay uno solo" y que lo comparen con su ídolo "es lindo" pero que no se lo cree.

Por su parte, el centrocampista del Liverpool inglés, Javier Mascherano, que será titular ante Chile, indicó que el fútbol de su país está "ante la posibilidad de volver a tener como mejor jugador del mundo a un argentino".

"Leo está entre los tres mejores jugadores del mundo, y no es fácil a los 20 años estar ahí arriba", agregó. También dijo que "uno se maravilla en los entrenamientos con lo que le ve hacer".

Desde 1994, año en el que Maradona dejó de jugar en la selección argentina, ningún futbolista había despertado tanta atracción en Argentina. Messi juega el sábado con la camiseta albiceleste, junto a otros diez, y se paralizará el país.