Fin de año, momento de reflexiones y de reuniones familiares. Y Lionel Messi, mitad por las fiestas y mitad para recuperarse de su lesión, se vino de Barcelona a su Rosario natal para estar con los suyos y pasó por Televisión Litoral SA. Pero antes de cualquier balance, la charla con Miguel Tessandori en De 12 a 14 fluyó hacia el cariño que el pibe surgido de las inferiores de Newell’s recibe de manera unánime entre toda la gente.

“En Rosario, la gente se me acerca más allá de ser hinchas de Newell’s o Central y todas las palabras son siempre de aliento. Yo soy un jugador ligado a la selección y por eso quiero estar bien con todos”, dijo la Pulga.

Y sobre la huella que le dejó el 2006, el volante prefirió destacar lo positivo. “Fue un año con cosas lindas y cosas malas: gané títulos con el Barsa, fui al Mundial y pude jugar y hacer un gol, y después está la lesión que me tuvo casi seis meses parado. Pero igualmente me quedo con todo lo bueno, que fue mucho”, expresó.

Justamente la Copa del Mundo de Alemania, donde Argentina realizó un buen papel pero se quedó afuera por penales en cuartos de final por penales, fue el hecho más destacado que Messi protagonizó en su corta carrera. Y sobre la tristeza de la derrota ante los locales, Lionel consideró: “El partido estaba dado para que ganemos cuando nos pusimos 1-0, después nos metieron un poco atrás, y cuando insisten de esa manera siempre te terminan empatando, el fútbol tiene estas cosas”.

Pero tal lo había manifestado días atrás, por estas horas la cabeza de Messi pasa por su lesión –fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo– y el deseo de que el 2007 venga sin problemas físicos. “Si tengo que pedir algo, es que pueda seguir jugando sin lesiones”, arrojó.