La policía federal y los manifestantes de organizaciones sociales que reclaman la renuncia del gobernador Ulises Ruiz sostuvieron un enfrentamiento armado en una barricada levantada en las afueras de Oaxaca, la capital del homónimo estado del sur de México, según reportaron fuentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

Mientras tanto, poco después de las 15 (las 18 en la Argentina), la nutrida marcha convocada por el gremio docente y la APPO se encontraba a unos tres kilómetros del centro de Oaxaca, donde la avanzada de la policía federal se alejaba del Zócalo (plaza principal) para dispersar a los pobladores que la habían cercado y que la insultaban, sin que hasta entonces hubiera agresiones físicas.

Antes, el presidente de México, Vicente Fox, ordenó el envío de tropas federales a Oaxaca para poner fin al conflicto que vive ese estado sureño desde hace cinco meses. Esa medida se produjo después de una escalada de tensión en las últimas horas, que ocasionó cuatro muertos en enfrentamientos con armas de fuego entre desconocidos y opositores al gobernador estatal, Ulises Ruiz.

Las víctimas

La primera víctima mortal en la refriega, que ha sumido a la ciudad en el caos, fue el camarógrafo estadounidense Bradley Roland Will, quien recibió un disparo en el pecho.

Los otros tres muertos fueron los mexicanos Esteban Zurita López, Emilio Alonso Fabián y Eudocia Olivera Díaz, los dos primeros al ser tiroteados en la confrontación y la última al no poder atravesar las barricadas la ambulancia en donde era trasladada para ser atendida de sus problemas de salud.

Mientras se producía esta escalada de violencia, en la capital mexicana el ministro de Gobernación (Interior) Carlos Abascal se reunía con dirigentes de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), del que partieron las protestas en mayo pasado.

Al término del encuentro, Gobernación emitió un comunicado en el que condenó la violencia y pidió al Gobierno de Oaxaca que investigue los hechos.

El conflicto en Oaxaca comenzó el 22 de mayo pasado con una huelga del magisterio y se radicalizó el 14 de junio con un fallido intento policial de desalojo, lo que derivó en que varias organizaciones sociales, aglutinadas en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), se unieran al movimiento de protestas.