Anita Halpin, de 62 años, presidenta del Partido Comunista británico, se ha convertido de la noche a la mañana en multimillonaria gracias a la venta de un cuadro expresionista confiscado por los nazis a sus antepasados.

Según informa la prensa británica, se trata del cuadro "Escena callejera en Berlín", de Ernst Ludwig Kirchner, uno de los grandes representantes del expresionista alemán.

El cuadro, que los nazis confiscaron a la abuela de la dirigente marxista, fue vendido el miércoles por el equivalente de 30,5 millones de euros por la casa de subastas Sotheby´s en Nueva York, a la Neue Gallerie de esa misma ciudad.

La venta estuvo rodeada de polémica ya que un abogado alemán que representaba a un marchante de arte muniqués exigió su confiscación antes de que saliese a subasta por temor a que se hubiese considerado erróneamente "botín de guerra".

La tela fue pintada en 1913 y formó parte de la colección del Museo Brücke de la capital alemana desde 1980 hasta el pasado 27 de julio, fecha en que fue devuelta por la ciudad-estado de Berlín a Halpin, única heredera de Alfred Hess, fabricante judío de zapatos y coleccionista de arte.

Alfred Hess y su esposa, Tekla, abuelos paternos de Anita Halpin, se distinguieron por su mecenazgo del movimiento expresionista alemán de finales de los años veinte y principios de los treinta.

El matrimonio llegó a constituir una de las mayores colecciones de arte expresionista de Alemania, con más de 4.000 obras, de ellas ochenta pinturas, que fue prácticamente lo único que les quedó tras quebrar como muchos otros empresarios en la crisis económica de 1929.

Alfred Hess murió en 1931, pero cinco años más tarde, en pleno apogeo nacionalsocialista, su esposa, Tekla, recibió la visita de unos agentes de la policía secreta hitleriana, la Gestapo, según declararía ella misma por escrito años más tarde, en 1958.

Según su confesión, los agentes la obligaron bajo amenaza a entregar inmediatamente al Estado alemán los cuadros de la colección, que luego se dispersaron y desaparecieron en parte o se vendieron por cantidades muy inferiores a su valor real.

La "Escena Callejera Berlinesa" en concreto viajó a Suiza, donde se vendió en 1936 al coleccionista de Frankfurt Carl Hagemann, y fue adquirido después de la guerra por la nueva Alemania Federal.

El padre de Anita Halpin recibió en los años sesenta como compensación 75.000 marcos alemanes por la pérdida de la colección de arte de su familia, suma muy inferior real a su valor, pero que era la más alta que se podía pagar entonces.

El pasado julio, el gobierno de Berlín decidió devolver el cuadro de Kirchner a Anita Halpin tras reconocer que sus antepasados y legítimos propietarios de la pintura habían sido objeto de persecución racial.

Halpin entregó el cuadro a la casa de subastas Christie´s para que lo vendiera este 8 de noviembre.