La ciencia avanzó en el conocimiento que se tiene acerca del cáncer. Lamentablemente, científcos ingleses y japoneses lograron advertir que una mujer embarazada puede transmitir al feto células cancerígenas.

De acuerdo a lo publicado por el sitio de la BBC, esta situación se da en muy pocos casos ya que en teoría el sistema inmune del bebé debería ser capaz de bloquear el cáncer. Sin embargo, el análisis llevado a cabo por el equipo de científicos del Instituto de Investigación de Cáncer del Reino Unido, con una mujer japonesa y su bebé, mostró que las células que habían causado leucemia en el niño sólo pudieron haberse originado en la madre.

Según la investigación -publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos)- la posibilidad de que una madre "contagie" con cáncer a su bebé en el útero es un misterio que la ciencia ha tratado de resolver durante los últimos 100 años.

Hasta ahora unos 30 casos conocidos de madres que parecían compartir el mismo cáncer con sus bebés -por lo general leucemia o melanoma- habían provocado sospechas de que ese tipo de propagación era posible. Pero, hasta el momento, no se había logrado obtener evidencia genética que apoyara esa teoría.

Además, los científicos no se explicaban cómo había ocurrido esa transmisión si, en teoría, cualquier célula cancerosa que logra cruzar la placenta hacia la corriente sanguínea del bebé debería ser reconocida como "foránea" y destruida por el sistema inmune del feto.

En la investigación con la mujer japonesa, los científicos utilizaron un método de identificación genética avanzada para probar que las células cancerosas del bebé tenían un origen materno incuestionable.

Descubrieron que las células leucémicas de ambos pacientes portaban un gen defectuoso de cáncer idéntico -llamado BCR-ABL1- pero el bebé no había heredado ese gen. Esto significa, según los autores, que el niño no había desarrollado de forma aislada ese tipo de leucemia.

Cuando analizaron las células cancerosas del bebé encontraron que éstas carecían de parte del ADN que juega un papel crucial en el otorgamiento de su propia identidad molecular específica.

Sin este indicador molecular, el sistema inmune del bebé era incapaz de reconocer a las células como foráneas y por lo tanto no podía de movilizarse para atacarlas.

Tal como señala el profesor Mel Greaves, quien dirigió el estudio en el Instituto de Investigación de Cáncer "al parecer en éste y, creemos, en otros casos de cáncer que pasa de madre a feto, las células cancerosas maternas cruzaron la placenta hacia el feto en desarrollo y lograron implantarse con éxito porque eran invisibles para el sistema inmune".

"Estamos satisfechos por haber resuelto este largo rompecabezas. Pero subrayamos que estos casos de transferencia de cáncer de madre a feto son extremadamente raros", agrega el científico."