"Ni machos, ni fachos". Ese es el lema del Colectivo de Varones Antipatriarcales que lucha por la democratización de las relaciones de poder entre los dos sexos. Su objetivo es problematizar a través de espacios de discusión, de debate y de intervenciones públicas los patrones "del macho latinoamericano que expresa su virilidad a través de la violencia". En mayo pasado realizaron un taller que combina técnicas del teatro del oprimido para romper con ciertos estereotipos aprendidos.

"Se trata de un espacio de reflexión. Y que los varones se den un espacio de taller para hablar de las cosas que les pasa, que les ensañaron y de cómo entienden las relaciones entre los sexos, es un avance", expresó Luciano Fabbri, licendiado en Ciencias Políticas, investigador del Conicet y miembro del colectivo.

El objetivo es invitar a los  varones a preguntarse sobre las luchas de las mujeres y ver en qué medida pueden sumarse y hacer propio el reclamo de sus propias compañeras. 

La idea de llamarse "antipatriarcales" nació basicamente de entender que es el sistema de organización social que subordina a las mujeres y coloca a los varones en poder de dominación sólo y exclusivamente por ser varones.

"Queremos reflexionar sobre eso, problematizarnos acerca de esa cuestión y articular con organizaciones de género", expresó Fabbri.

Aunque hace unos años, a través de la de la definición de "nuevas masculinidades" es que se difunde que los varones se van involucrando en la tematica de género, para Fabbri hay que tener cuidado que esas formas no refuercen los estereotipos vinculados al hombre o a la mujer.

"Nosotros por ahí lo que queremos decir es que se banaliza mucho la cuestión. Parece que porque un hombre cambia un pañal o se compra un producto de Avon son nuevas masculinidades", sostiene Fabbri y añade: "Si no se altera la relación de poder, si no se democratiza no cambia nada. No se trata de reformar o actualizar sino de cuestionar las desigualdades de poder".

En esa línea, van los talleres que convocan desde el colectivo que conforma Fabbri con otros varones. "Preguntarnos cómo nos construimos, los mandatos que solemos reproducir, en qué sentimos que nos limitan y charlarlo en términos relacionales", señaló.

En este sentido, observó entre muchas de las cuentas pendientes de los varones se encuentran: "Como muchas veces nos desentendemos de la problemática del aborto, porqué utilizamos la idea del amor romántico para que las mujeres hagan todo en nuestras casas, porqué no nos hacemos cargo del cuidado de las relaciones
sexuales y porqué consumimos prostitución".