Cientos de británicos escribieron en foros de Internet que dudan de que haya existido el plan para explotar aviones de pasajeros en vuelo que el gobierno dijo haber frustrado, informó hoy la cadena de noticias británica BBC.

 

"Existe una ola de desconfianza por parte de los británicos acerca de lo que el gobierno está dando a conocer tras el supuesto complot desbaratado", por el cual se detuvo a 24 personas, escribió la BBC en su versión on line.

 

Según la emisora, las dudas no sólo provienen de musulmanes británicos, sino también de los oyentes y televidentes de la BBC en Estados Unidos, y las posiciones de los incrédulos están divididas en tres posturas.

 

La primera indica que el ataque habría sido una invención del gobierno británico como "propaganda" justificatoria de su lucha antiterrorista internacional y su política exterior.

 

Otros creen que el invento buscó recuperar la credibilidad perdida por la seguridad británica por no poder impedir los atentados de Londres del 7 de julio de 2005 y por la muerte del joven brasileño Jean Charles de Menezes, confundido con un atacante suicida y asesinado por la policía 22 de julio de 2005.

 

Una tercera postura no cree que haya sido todo completa invención, sino más bien una "exageración" de un plan efectivamente existente pero esencialmente inocuo, detrás del cual estaban "adolescentes radicales".

 

Por ese motivo, la BBC instó a las autoridades a hacer pública lo antes posible evidencia concreta sobre la veracidad de las acusaciones, y presentar de una vez cargos formales contra las 23 personas que permanecen detenidas sin acusación. Uno de los arrestados fue liberado anoche por falta de mérito.

 

El inglés Tim Allan llamó anoche al programa Newsnight de la BBC e indicó que los británicos ya no creen todo lo que la policía y las autoridades les cuentan, escribió la cadena.

 

"Si se iba a atacar de forma inminente con explosivos, ¿dónde están estas bombas?, ¿porqué no aparecen?", continuó Allan, para quien las acusaciones del gobierno, se asemejan a las que realizó el premier Tony Blair en 2002, acerca de la existencia de armas de destrucción masiva en poder de Irak, que nunca fueron halladas.