Es económico, alegre, contagioso, tecnológicamente avanzado y hasta ecológico. Sí, puede que sea demasiado para un simple muñequito que baila la lambada a cuerda, pero horas antes de llegar al pie del arbolito navideño siempre suelen urgir esos pequeños regalos para los sobrinitos y niñitos que andan dando vuelta en la familia.

Por sólo tres pesos (Rosario3.com desmiente tener una comisión en la venta de los simpáticos robotitos), se puede conseguir el regalo en el puesto que Carlos Martínez tiene en la puerta de la Terminal de Colectivos Mariano Moreno. Un regalito que hace furor entre los ávidos compradores navideños.

“Vendí 260 en los dos primeros días, la verdad que es un récord”, señala Martínez, el vendedor, con el robot en la mano. Cuenta que hasta en la puerta de la Bolsa de Comercio le compraron al muñequito bailador. “La gente se enloquece, les gusta a todos”, agrega. Ya cola que se forma para adquirir el particular objeto importado de China parece comprobarlo.