En época de subas de alquileres y reacomodo del mercado, la mudanza deja de convertirse en un simple intervalo entre el viejo y el nuevo hogar para ser un verdadero problema. Y para encarar ese momento siempre molesto unas 60 empresas ofrecen una gran variedad de servicios: desde la vip que se puede pagar hasta tres mil pesos hasta le económica desde los 20 pesos.

El precio, como en la mayoría de los servicios que uno pretende contratar, depende de qué presupuesto maneje el interesado y qué tipo de trabajo exija; mientras que la competencia entre las empresas de mudanzas (en páginas amarillas se promocionan más de 60) se basa en la calidad de atención, la confiabilidad y los años de experiencia.

En este rubro también se destaca quien tiene oficio, ya que no es lo mismo improvisar un simple acarreo de muebles de un punto a otro de la ciudad, que organizar un operativo de mudanza que signifique el traslado de todo el mobiliario contenido en una casa, de un país a otro.

Para el primer caso, la oferta más accesible –quizás la más usada por estudiantes y público de menores recursos– es la contratación de un flete cuyo costo ronda los 20 pesos por hora, con un chofer que se encarga sólo de transportar los efectos personales del cliente al nuevo destino, sin ocuparse de las tareas de carga y descarga. Es la mudanza promocionada como “económica”, atendida por sus dueños.

En el otro extremo, están las grandes empresas de mudanzas que se ocupan de traslados nacionales e internacionales en camiones pullman que incluyen entre otros servicios: embalaje y desembalaje de todos los objetos, trabajos en altura con aparejos, desarmado y desarmado de muebles, carga, descarga y cláusula de seguro por efectos de valor. Ese tipo de servicio se cobra alrededor de 3.000 pesos, se lo conoce como “mudanza vip, diferencial o de categoría” y la tarea del dueño de casa se reduce a salir de la vieja vivienda, ingresar a la nueva y ordenar al personal dónde desea que sea ubicada cada cosa.

Si bien las empresas consultadas por Rosario3.com coinciden en responder que no hay precios fijos y que en todos los casos el valor está relacionado con la complejidad del trabajo, la cantidad de personal que requiera y el tiempo que demande el traslado, hay un precio estándar intermedio que oscila entre los 1.300 y 1.500 para la mudanza de una vivienda situada en planta baja, de una familia tipo con dos hijos y un moderado número de pertenencias.

Entre el servicio vip y el simple flete hay un sinnúmero de posibilidades, pero ninguna garantiza que el cliente pueda evitar el estrés que significa sacar los muebles propios a la calle y abandonar el techo conocido, aunque el cambio sea favorable y él mismo lo haya elegido. “De eso –reconocen los duelos de las empresas– no te salva nadie y es el mayor costo de todos”.