Una investigación realizada por científicos de Alemania y Estados Unidos ha revelado que las redes del encéfalo pueden evitar colapsarse en sus intersecciones de mayor tráfico comunicándose en frecuencias distintas.

Los investigadores utilizaron una técnica denominada magnetoencefalografía (MEG) para analizar la actividad encefálica de un total de 43 personas. De este modo, descubrieron que las distintas redes encefálicas funcionan a frecuencias diferentes, como si se tratase de relojes que marcasen ritmos distintos.

El análisis de la estructura temporal de la actividad encefálica desde esta perspectiva podría resultar especialmente útil para comprender afecciones psiquiátricas como la depresión y la esquizofrenia, afirman los autores del estudio publicado en la revista "Nature Neuroscience".

Por lo general, para estudiar las redes del encéfalo (zonas de éste que cooperan con frecuencia) se utiliza la técnica de imagen por resonancia magnética (IRM), que permite seguir el flujo sanguíneo.

Esta práctica se fundamenta en la creencia de que todo incremento del flujo sanguíneo hacia determinada parte del encéfalo se debe a un aumento en la actividad de las neuronas de esa zona.

En cambio, en el estudio referido, efectuado por investigadores del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf (Alemania), de la Escuela Universitaria Washington de San Luis (Estados Unidos) y de la Universidad de Tubinga (Alemania), se utilizó otra técnica denominada magnetoencefalografía (MEG) para analizar la actividad encefálica de 43 voluntarios sanos.

Uno de los autores, Maurizio Corbetta, de la Escuela Washington mencionada, explicó las limitaciones de la IRM: "Sólo nos permite seguir la actividad de las neuronas de forma indirecta; no se puede observar aquellas actividades que se producen a frecuencias superiores a 0,1 hercios, es decir, una vez cada 10 segundos. Se sabe que algunas señales del encéfalo pueden realizar ciclos de hasta 500 hercios, es decir, 500 veces por segundo".

Joerg Hipp, autor principal, asociado tanto al Centro de Hamburgo-Eppendorf como a la Universidad de Tubinga, declaró en referencia a los descubrimientos realizados : "Descubrimos que las distintas redes encefálicas funcionan a frecuencias diferentes, como si se tratase de relojes que marcasen ritmos distintos".

Ciertas redes que abarcaban el hipocampo -región del encéfalo fundamental para la formación de la memoria- registraban actividad a una frecuencia próxima a los 5 hercios, mientras que otras redes relacionadas con los sentidos y el movimiento estaban activas a velocidades de entre 32 y 45 hercios.

Al mismo tiempo, muchas otras redes encefálicas funcionaban a frecuencias de entre 8 y 32 hercios. Por tanto, estas redes "temporo-dependientes" se asemejan, por así decir, a los distintos mapas de ruta de una línea aérea, que se superponen pero funcionan cada una a distintas velocidades.

Fuente: Cordis Europa