El músico Billy Preston, conocido como "el quinto Beatle", murió ayer a los 59 años de edad en un hospital de Scottsdale, Arizona. El artista sufría desde hace tiempo de alta presión arterial y complicaciones renales. El 21 de noviembre del año pasado cayó en un coma profundo del cual nunca salió. Sus males estuvieron relacionados con una larga batalla contra las drogas, cuyo vínculo lo condujo a prisión a finales de la década de los 90. Su talento fue evidente desde su infancia. Acompañó en el teclado a la cantante de gospel Mahalia Jackson y fue aclamado por Ray Charles. Miles Davis bautizó a uno de sus hijos con su nombre. En 1973, ganó un premio Grammy por su trabajo instrumental Outta space. Más tarde, Presto trabajó junto a Aretha Franklin en el álbum Young, gifted and black, y Bob Dylan lo contrató para la grabación de Blood on the tracks. Pero Billy Presto pasó a la historia, sobre todo, al conocer a The Beatles a principios de los años 60, cuando se encontraba de gira con Little Richard en la ciudad alemana de Hamburgo. Su amistad con el cuarteto de Liverpool fue entrañable, sobre todo con George Harrison. De hecho, se le atribuye haber mantenido unidos a The Beatles cuando éstos ya deseaban separarse. Su participación en la grabación del disco de The Beatles Let it be fue fundamental. En la película de la grabación del memorable disco se le recuerda concentrado, dando un toque especial al tema que da título a la producción y en Get back. Este tema lo interpretó en el concierto Roof Top, el último en vivo realizado por los escarabajos. Hacia el final de su carrera, se unió a giras artísticas de The Rolling Stones y participó en varias de sus grabaciones, entre ellas Sticky fingers, Exile on main street y Bridges to Babylon. También estuvo de gira con Eric Clapton y Steve Winwood. Participó en sesiones del estilo musical motown con el grupo The Funk Brothers. Recientemente, trabajó con el grupo estadunidense Red Hot Chilli Peppers, en su álbum Stadium Arcadium.