El enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari, llegó hoy a Rangún para entregar a la Junta Militar un mensaje del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para que acabe con la violencia contra las manifestaciones pacíficas. Gambari, quien no pisaba Birmania (Myanmar) desde noviembre de 2006, porque no le concedían un visado, dijo en Singapur antes de partir que espera en esta ocasión que la visita sea "muy fructífera".

La presencia de Gambari en el país con un mensaje de contención y diálogo no ha evitado que los cuerpos de seguridad continuaran hoy con la represión violenta de las manifestaciones y, en Rangún, dispararon contra un protesta de unas 10.000 personas. No se sabe de momento si hubo víctimas en la carga pero, a raíz de otros incidentes, un niño muerto y dos personas heridas con disparos de bala ingresaron en el Hospital Kyimyindine de Rangún, según informó radio Mizzima.

El servicio normal de internet volvió a funcionar este sábado en Birmania (Myanmar), horas antes de que llegara el enviado especial del secretario general de la ONU para esa nación. Aunque los birmanos pueden entrar en la red y enviar correos electrónicos, algo imposible la víspera debido al corte ordenado por la Junta Militar mientras reprimía con dureza las manifestaciones antigubernamentales en Rangún, algunos medios de la disidencia continúan sin funcionar o se encuentran bloqueados.

Las informaciones, aunque fuesen limitadas, y las fotos tomadas por teléfonos móviles y cámaras digitales han mantenido al mundo al corriente de los disparos efectuados por los militares contra los manifestantes, y de otras violaciones de los derechos humanos.

"Me dispararon dos veces, pero no vi quién me disparó. No éramos mas que ciudadanos normales dirigiéndonos al trabajo, y nos dispararon sin ninguna razón", denunció un singapurense que trabaja en Birmania en un correo electrónico enviado al diario de su país "The Straits Times", que lo publica hoy.

El ciudadano de Singapur se dirigía en coche con su mujer a la oficina cuando los cuerpos de seguridad bloquearon la calle, por lo que detuvieron el coche y descendieron del mismo."Sin aviso, policías antidisturbios y soldados empezaron a disparar contra los manifestantes", añadió el singpurense, quien no quiso dar su nombre para no crearse problemas con la Junta Militar.

Al menos 15 personas han muerto, cerca de 200 resultaron heridas y más de 1.000 fueron detenidas, entre ellas 800 monjes, desde el miércoles pasado, cuando el régimen militar comenzó a disolver las manifestaciones tras imponer el toque de queda y prohibir las reuniones públicas. Entre las víctimas mortales hay dos extranjeros, incluido un fotógrafo japonés, y varios bonzos.

Birmania está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió estrepitosamente ante la Liga Nacional para la Democracia (LND), que lidera Aung San Suu Kyi, unos comicios cuyos resultados jamás fueron reconocidos por los generales.

Fuente: EFE