La actriz y cantante uruguaya Natalia Oreiro consigue superar con éxito en el film"Francia", de Israel Adrián Caetano y presentada en el festival de Venecia, el desafío que para ella suponía rodar una película con niños y hecha desde una mirada infantil.

En una entrevista con la agencia EFE en la ciudad de los canales, la actriz aborda la experiencia "positiva" que ha supuesto para ella trabajar con la hija del director, Milagros, como protagonista de una película hecha desde la mirada de una niña de padres separados.

"Trabajar con Milagros ha sido una muy buena experiencia. Al principio tenía un poco de miedo porque no trabajo frecuentemente con chicos. Y era todo un desafío porque la película pasa por la mirada de la nena", comenta Oreiro.

"Ella es un diamante en bruto y tiene una personalidad hermosa. Y esto creo que a todos los actores nos sirve como catarsis. En ese sentido, creo que a ella también le debe haber ayudado. Para mí fue una película diferente con respecto a lo que he hecho hasta ahora", añade.

La actriz confiesa que cuando en un principio el director le comentó que la protagonista iba a ser su hija, pensó en el riesgo que esto podría suponer, pero luego vio lo "placentero" del proceso, pues Caetano fue capaz de saber sacar lo mejor de Milagros.

"Francia", que fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Venecia dentro de la sección paralela "Jornadas de Autor", cuenta la historia de Mariana, una niña de padres separados que no termina de integrarse en el colegio y que sufre las consecuencias emocionales de la ruptura de sus progenitores y del hecho de que éstos tengan que vivir juntos por motivos económicos.

"No creo tampoco que sea una película destinada al público infantil, porque tiene algunas situaciones un poco fuertes. No me imagino a niños viendo la película, en realidad. Pero uno nunca sabe adónde apuntan las películas", afirma Oreiro.

"Yo trato de no pensar mucho en quién va a venir a ver la película, porque si no, uno se limita. Yo trato de interpretar lo mejor posible a mi personaje, que sea verdadero y a partir de ahí ya no es mía. Es de la gente", añade.

La actriz uruguaya interpreta a Cristina, la madre de Mariana y una mujer de fuerte carácter que trabaja por horas limpiando en casas y que sólo tiene a su hija, un personaje totalmente distinto a Oreiro.

"No tengo hijos. En principio, ese ya es un dato muy distinto a mí. Mi personaje, Cristina, tiene una personalidad totalmente opuesta a la mía. Tengo una vida mucho más linda, bastante más placentera, viajo por el mundo, hago películas", comenta.

"Soy el opuesto de Cristina y eso para mí es lo mejor, porque justamente uno elige ser actor para ser otro, no para ser uno", agrega.

La uruguaya está "muy contenta" de poder participar en el Festival de Venecia, una oportunidad de promoción que cree que le hace "muy bien" a la película de Caetano.

"Estar con una película latina, tan independiente, tan pequeña, con un presupuesto tan chico, es una hazaña. Es un gran logro, así que yo feliz de acompañarla", apunta.

Entre sus proyectos más inmediatos, dos películas: una coproducción con España en cuyo reparto también figura la española Rossy de Palma y una película sobre la vida del pintor mexicano José Jesús de Alfaro Siqueiros.