Los aviones Grumman Mohawk, como el que cayó a tierra en Villa de Mayo, fueron fabricados en la década del 60. A la Argentina llegaron durante el gobierno de Carlos Menem, que compró 25 naves a Estados Unidos. La mayoría fue pasada a desuso unos seis años después de la compra y actualmente sólo quedaba cerca de una decena en actividad.

Estos aparatos fueron utilizados en el ejercicio para la evaluación de daños de la explosión de la Fabrica Militar de Río Tercero 95, para relevar un derrame de petróleo en Punta Lara en el 98 y en el combate de incendios forestales en Bariloche. 

Ségún el sitio de internet  www.aeromilitaria.com.ar, "fisuras en los alerones, vencimiento y falta de cartuchos para asientos eyectables y una fuerte reduccion de recursos presupuestarios para soportar la operación llevaron a la paralización de la flota entre 1998 y 1999", cuando se decidió que sólo 10 aparatos quedaran en servicio.