Newell's terminó el partido en Santa Fe como lo empezó: sufriendo. Pero en el medio de esas dos instancias, el inicio y el desenlace, hubo una trama en la que justificó su triunfo ante Colón para quedar como único líder del torneo. Porque pegó en la primera que tuvo gracias a una genialidad de Bernardi que coronó Scocco. Y porque luego tejió uno de los mejores tantos colectivos del campeonato. Suficiente como para ganar y sostener las ilusiones que genera.

Fue 2 a 1 para este elenco de Martino que se ganó la punta, primero provisoria, y luego confirmada con la derrota de Boca en su visita a Lanús, por 2-0.

Colón empezó mejor en el Cementerio, lo tuvo tomado de la solapa generándole varias ocasiones de gol y dejó la sensación de que iba a llegar al primero antes de los quince. Incluso, Rubén Ramírez estrelló un tiro en el palo, mano a mano con Guzmán. Pero el que se puso en ventaja antes del cuarto de hora fue la Lepra, merced a un pase de maestro de Bernardi y una aparición goleadora de Scocco para empujarla.

Ese gol desacomodó al Sabalero. Tanto, que ya no volvió a llegar con claridad hasta el entretiempo. En el primer acto, tuvo una ocasión Maxi Rodríguez, que pateó tibiamente contra un defensor, y una más Scocco, que tomó de sobrepique por arriba del travesaño. Y en el inicio del complemento nada pasó hasta que a los 15’, los del Parque se despacharon con una acción magnífica, a puro toque, que definió Marcos Cáceres ante la salida de Pozo. Era 2 a 0, justificado en la solvencia de los de abajo y en la contundencia en ofensiva.

A Colón lo devolvió al partido Lucas Mugni, casi a la media hora de juego, quien ejecutó un tiro libre desde la derecha con rosca y logró batir al seguro Guzmán. Ese tanto regeneró las fuerzas del local, que empezó por inercia a empujar a Newell’s hacia sus defensores, mientras que actuó como un auténtico golpe a la autoestima a la Lepra, que le dejó la pelota a Prediger y Bastía y retrocedió.

Por eso sufrió el nuevo puntero del torneo. Sin ser abrumador, Colón lo llenó de centros y de no ser por el Patón, que salió bien en todos los envíos, y por los integrantes de la línea de fondo, los santafesinos pudieron empatarlo. Pero llegó el final, que encontró a los jugadores del Tata celebrando un éxito que los unge, por la calidad del rival y la dificultad del escenario, en serios aspirantes a la pelea grande. Y que le dio a los hinchas la esperanza de que, con semejante conductor en el banco y la calidad del plantel, pueda estar cocinándose algo muy importante para la historia leprosa.