Lo mejor del triunfo de Newell’s por 2-1 ante Santiago Morning, en el cuadrangular Ciudad de Rosario que se juega en el estado Marcelo Bielsa, fue el recambio que mostró el equipo de Roberto Sensini, algo que le faltó en el final del torneo Apertura en el que quedó a un paso del título.

Fundamentalmente por el mediocampista Sánchez Prette, gran ausente de la definición del campeonato, pero también por el paraguayo Marcelo Estigarribia –que debutó en el Parque-, el delantero chaqueño Núñez y el recuperado Diego Torres. Los cuatro, que ingresaron en el segundo tiempo, le dieron a Newell’s el fútbol del que careció en el primer tiempo, cuando los delanteros Boghossian y Achucarro estuvieron desconectados del resto del equipo y tampoco Formica y Vangioni conseguían desnivelar.

A Sánchez Prette le alcanzaron algo más de 30 minutos para demostrar que el equipo necesita de su talento. No sólo le dio una circulación de pelota que no tenía sino que además convirtió el gol del triunfo, a los 34 del complemento, tras una jugada en la que también participaron Diego Torres –que entró por Schiavi y jugó de carrilero por derecha y no de delantero- y el chaqueño Núñez, que se mostró movedizo e inteligente para hacerle espacio a sus compañeros.

En el primer tiempo Newell’s abrió el marcador sobre el final, a los 42. Schiavi, de penal, puso el 1-0 a parcial para un equipo que buscó mucho hasta entonces, pero le costaba encontrar los caminos al gol.

Es que Mateo, que como el Flaco volvía tras una lesión, estaba errático en el medio, a Formica le costaba armar juego y los delanteros, Boghossian y Achucarro, no generaban peligro. Lo mejor del equipo de Sensini estaba por la izquierda, pero si bien Vangioni conseguía desbordar fallaba en el último pase.

Cuando empezó el partido parecía que Newell’s se iba a llevar por delante a Santiago Morning. Pero con el correr de los minutos, el equipo chileno que conduce el argentino Juan Antonio Pizzi comenzó a emparejar las acciones y, de a poco, hasta desnudó algunas falencias defensivas rojinegras, que no daba seguridad con la línea de tres compuesta por Alayes, Schiavi. Santiago encontró huecos, sobre todo al atacar por el costado derecho.

Igual, fue Newell’s el que tuvo -es cierto, pocas- las opciones más claras, e incluso tuvo un tiro en el palo de Roselli a los 33. Y por buscar, la lepra encontró el penal y la apertura del marcador.

En el segundo tiempo ya a los 14 Sensini empezó a mover el banco con la idea de probar de cara al choque de la semana que viene ante Emelec de Ecuador por la Copa Libertadores. Primero entraron Sánchez Prette y Diego Torres por Achucarro y Schiavi, a quien prefieren llevar de a poco tras su lesión. Y el equipo ganó mucho en circulación de pelota y vértigo. Pero el rojinegro se debilitó en defensa y a los 21 Comba, centrodelantero del equipo chileno, marcó el empate.

Después ingresaron Barrientos por Bernardi, Estigarribia, que mostró ser una alternativa más que interesante, por Vangioni y Núñez por Boghossian. Y a los 34 llegó el gol del triunfo, que convierte la final del jueves en choque de rojinegros, ya que en el primer turno Colón le ganó por penales a Alianza Lima.

El resultado, al fin de cuentas, es una anécdota. Lo bueno es que Sensini comprobó que, nubladas algunas de las figuras clave de la campaña del año pasado, tiene alternativas. De todos modos, queda una semana para la verdadera primera final, la que jugará con el Emelec en el choque de ida para entrar a la fase de grupos de la Copa Libertadores, y todavía hay muchas cosas por mejorar.