Esta vez, después de mucho tiempo, había demasiado en juego en el clásico rosarino. Y Newell’s y Central protagonizaron un partido que en líneas generales estuvo a la altura de las expectativas, aunque terminó siendo el 70º empate en el historial entre ambos. Fue 2-2 en un colmado Coloso del Parque, donde se vio un primer tiempo intenso pero un complemento con escasas emociones. La Lepra ya no es puntero pero sigue con las chances intactas, mientras que el Canalla suma un buen punto para su promedio y la pelea por entrar en la Copa Libertadores.

Lo mejor se vio en la etapa inicial, donde llegaron los cuatro goles: Gervasio Núñez y Diego Chitzoff marcaron para la visita, mientras que Joaquín Boghossian y Jorge Achucarro igualaron para el local (ver en Sección Videos).

La Lepra salió más decidido y dominaba mejor la pelota, mientras buscaba profundizar de a poco. Mauro Formica era el que más intentaba aunque sus disparos no tuvieron demasiado riesgo.

Pero Central se despertó enseguida y en una ráfaga silenció a la mayor parte del estadio. Núñez conectó de cabeza un centro para abrir el marcador y en la jugada siguiente amplió Chitzoff, con un bombazo a la carrera que se coló entre Sebastián Peratta y el primer palo.

Pero el partido no daba respiro y Newell’s descontó enseguida con un centro atrás que Boghossian tocó a la red.

El local salió entonces a buscar el empate y en ese apuro la Academia pudo sacar más ventaja de contraataque.

Sin embargo, una pelota parada que salió desde los pies de Lucas Bernardi se coló entre todos en el área chica y allí Achucarro alcanzó a rozarla con el taco para igualar el marcador.

Lo que restó del primer tiempo se repartió entre un par de llegadas de la Lepra y algunas discusiones entre los jugadores, además de la caída de algunos objetos –hasta un cuchillo– a la cancha, que demoraron el juego.

En la etapa complementaria se vio muy poco de lo que mostró la primera. Acaso con cierta conformidad con el empate, ninguno de los dos propuso demasiado y el juego se hizo desprolijo y carente de emociones.

La más clara la tuvo Formica, que recibió solo un centro en el borde del área chica pero su toque de primera se fue afuera. El resto, lucha en el medio y pelotazos intrascendentes.

Ambos entrenadores dosificaron los cambios a lo largo de la etapa pero los relevos sólo sirvieron para renovar al aire. Ninguno se encargó de desequilibrar el partido ni mostrar nada distinto, y así se aferraron ambos conjuntos al punto, que para cada uno significa un provecho distinto pero de similar sabor.