No estaba secuestrado estaba de parranda. Un salteño de 35 años desapareció con una suma de dinero y su familia temía por su vida. Empapelaron la ciudad con fotos del hombre, Hernán Almirón, y se inició una campaña a través de las redes sociales para dar con su paradero. Especulaban que podían haberlo secuestrado porque llevaba cinco mil pesos encima. Pero él se había ido de fiesta, se había gastado toda la plata y no le quedaba ni siquiera nafta para volver a su casa.

Almirón, casado, con tres hijos y empleado de la tesorería de la empresa Saeta, fue intensamente buscado durante dos días por centenares de hombres y vehículos de la Brigada de Investigaciones, de la División de Lucha contra la Trata de Personas, del 911, de la División de Seguridad Urbana y hasta de Gendarmería Nacional. El hombre había desaparecido el martes a las 23.30, tras el partido de la Selección argentina con la de Chile.

Durante dos días lo buscaron, sin obtener un solo dato. Finalmente, el hombre se comunicó con un amigo, desde el hotel alojamiento Las Palmeras, cuando se dio cuenta de que había gastado $ 2.000 en alojamiento, que las "chicas" le habían hecho volar el resto de la plata y que hasta se habían llevado la nafta del auto.

El amigo que lo fue a buscar, lo encontró en una habitación en compañía de cuatro prostitutas jóvenes, borracho y aparentemente obnubilado por consumo de otro tipo de sustancias. Para cuando llegaron los investigadores, en el albergue solo quedaban el auto y las mujeres. "Habíamos recibido la fotografía del hombre y la estricta orden para buscarlo; nos dijeron que recorramos cada rincón hasta hallarlo", dijo, indignado, uno de los pesquisas al diario El Tribuno.