A pocos días de un nuevo aniversario del golpe de Estado que dio inicio a la última dictadura militar, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró un centro de investigación en el espacio de memoria Mansión Seré. Durante el acto, la mandataria aseguró que "la diversidad, la pluralidad y la aceptación son la clave para que nunca más vuelva a ocurrir el desencuentro entre los argentinos".
"Este 24 de marzo tiene que ser abordado así, desde entender, saber convencer al otro y si no se convence, paciencia, porque somos más los que nos hemos dado cuenta de lo que nos pasó y no vamos a volver a cometer los mismos errores", dijo.
La presidenta afirmó que "algunos quieren que nos peleemos, pero no les voy dar el gusto. No nos vamos a pelear los argentinos".
"Ser diferentes no significa que uno sea mejor o peor, tampoco creo en todos igualitos. Lo maravilloso es reconocerse en la diferencia", destacó.
También llamó a "hacer el esfuerzo personal para que de cada uno de nosotros aflore lo bueno y lo mejor y tengamos la fuerza suficiente para dejar de lado lo malo y el odio".
"Los que han hecho estas cosas (los represores) han sido hombres que cuando llegaban a sus casas besaban a su mujer y a su hijo, acariciaban a su perro, iban a misa. Lo importante es saber que la condición humana tiene lo mejor y lo peor", sostuvo.
"Este 24 de marzo tiene que ser abordado así, desde entender, saber convencer al otro y si no se convence, paciencia, porque somos más los que nos hemos dado cuenta de lo que nos pasó y no vamos a volver a cometer los mismos errores", dijo.
La presidenta afirmó que "algunos quieren que nos peleemos, pero no les voy dar el gusto. No nos vamos a pelear los argentinos".
"Ser diferentes no significa que uno sea mejor o peor, tampoco creo en todos igualitos. Lo maravilloso es reconocerse en la diferencia", destacó.
También llamó a "hacer el esfuerzo personal para que de cada uno de nosotros aflore lo bueno y lo mejor y tengamos la fuerza suficiente para dejar de lado lo malo y el odio".
"Los que han hecho estas cosas (los represores) han sido hombres que cuando llegaban a sus casas besaban a su mujer y a su hijo, acariciaban a su perro, iban a misa. Lo importante es saber que la condición humana tiene lo mejor y lo peor", sostuvo.