La gran cantidad de gente que convoca la Fiesta de las Colectividades en Rosario merece, más aún después de lo que ocurrió en el clásico, una coordinación especial de la seguridad entre la policía y la Municipalidad. Es que a la madrugada, cuando la desconcentración es masiva y los colectivos desaparecen, existe el peligro latente de que se genere algún incidente. Sin embargo, desde la fuerza local aseguran que este año, al igual que los dos anteriores, no habrá mayores problemas.

“Estamos convencidos de que no se registrarán incidentes”, confió el subjefe de la policía, Ricardo Ruiz a Rosario3.com. Para eso, se montará un operativo con 200 efectivos policiales por jornada además de un refuerzo de personal de comisaría en los alrededores con motivo del XXII Encuentro de Colectividades que comienza este viernes 3 de noviembre y se prolongará hasta el domingo 12.

La comparación con la última concentración masiva de gente en la ciudad, el choque entre Central y Newell´s, arroja una inquietud: ¿alcanza con 200 uniformados para controlar a unas 100 mil personas, cuando en el Gigante de Arroyito 1.400 policías tuvieron inconvenientes con 40 mil?

Para Ruiz, “este evento tiene otro tenor, aquí no se van a enfrentar los españoles con los italianos o los alemanes con los franceses; la cancha es algo incomparable, es única en ese sentido y más en un clásico”. El comisario agregó además que esa tensión que se genera, que se vio el último domingo, “es tan particular que en Buenos Aires no la entienden”.

El origen de la maldición

“A las colectividades va la familia, y personas de todas las clases sociales. De todas formas habrá un control carpa por carpa y luego se seguirá la desconcentración”, aclaró Ruiz. Y para reforzar el operativo en etapa de la desconcentración, las comisarías 1ª, 2ª y 3ª aportarán efectivos que patrullarán la zona de peatonal Córdoba, San Martín y la plaza Sarmiento, lugares donde, justamente por la demora de los colectivos, suelen concentrarse los disturbios.

Por su parte, la Municipalidad aseguró que este año la frecuencia del servicio de transporte urbano de pasajeros será respetada. La idea es que las personas que buscan volver a sus casas no se queden mucho tiempo en la calle aguardando como ocurrió años anteriores.

En cuanto al control de la venta de alcohol, el subjefe de la Unidad Regional II dijo que se controlará que en los stands no se venda a los menores y que se cumpla el tope horario para el suministro acordado: la una de la mañana.

Más allá de las precauciones y los 200 uniformados del operativo, de los cuales 84 serán pagados por la Municipalidad como servicio adicional, el comisario Ruiz confiesa cuál es el verdadero eje de toda la estrategia: “Rogamos que llueva todos los días”. ¿Se devela entonces el origen real de la supuesta maldición gitana?