Desde la Asociación Antidrogas de la República Argentina (Aara) criticaron el vacío de poder en la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), acéfala desde el 20 de marzo pasado, cuando su titular Rafael Bielsa dio un paso al costado. El disparador de la queja del responasble de la Asociación, Claudio Izaguirre, fue la llegada de “La Bomba”, una droga de diseño similar al ácido lisérgico –más conocido por sus siglas LSD– aunque diez veces más poderosa y cara. 

En diálogo con el periodista Ciro Seisas del programa A Diario (Radio 2), Izaguirre explicó que para que un estupefaciente sea considerado ilegal hace falta la firma de tres instituciones: los ministerios de Justicia y Seguridad y la Sedronar. En tal sentido, al no contar este último con alguien a su cargo, no se puede prohibir la venta de “La Bomba”. Para el presidente de la Aara esto es sumamente peligroso y revela los riesgos de mantener la Secretaría sin dirección.

Rescató, no obstante, el trabajo del presidente temporario, Ignacio O'Donell: “Hay que sacarse el sombrero –admitió– pero no tiene quien le firme, han convertido a la Sedronar en un ente inútil”

En los últimos días, decomisaron en Chile 800 dosis de la nueva sustancia disimuladas en estampillas provenientes de España; para Izaguirre, la Argentina puede ser el segundo destino de distribución. El problema es que si no se pone el nombre de la droga en el listado de las peligrosas, su distribución puede extenderse por todo el país, como sucedió del otro lado de la cordillera, donde Carabineros tuvo que soltar a los cuatro sospechosos detenidos ya que el alucinógeno no figuraba como ilegal. 

En Europa y Estados Unidos, este derivado evolucionado del ácido lisérgico ya causó numerosas muertes. “Ataca el sistema nervioso central y si se lo combina con alcohol es letal –precisó el presidente de Aara–; durante las primeras 16 horas quien lo consume tiene alucinaciones”.