Una chica de 25 años denunció que fue abusada en su departamento por un pibe de 19 años que estaba entre sus invitados para disfrutar de una “previa”, como se denominan a los encuentros nocturnos donde se suele tomar alcohol entre amigos antes de salir. El caso no es el primero y según señalaron fuentes policiales ya se trata de un “delito recurrente” que genera alarma.

En este último caso conocido, la joven dueña del departamento donde se realizó el encuentro, ubicado en Mendoza y Caferrata, fue abusada, según la denuncia, por uno de los chicos que se quedó hasta tarde en el lugar.

El agresor aparentemente atacó a la chica y otro joven que se había quedado en el departamento. De acuerdo al relato de fuentes policiales, los redujo con un arma blanca, incluso hirió a la dueña de casa en sus miembros superiores y después la violó. Además, siempre según la denuncia, robó 1.200 pesos, una notebook y dos celulares.

Según las fuentes consultadas, recién cerca de las 11 las dos personas maniatadas lograron zafar, rompieron la puerta y pudieron dar aviso a la Policía , aunque no pudieron identificar al joven, de quien sólo conocían su nombre de pila.

Este fenómeno, de “previas” a la salida a un boliche o bar que terminó con algún tipo de hecho violento, se viene dando con mayor frecuencia en los últimos meses. Hubo tres casos iguales en los últimos días –además de la chica de 25 años, otras dos menos de 15 y 17 años-, según recordó el periodista de Radio 2 Héctor López.

Delito recurrente

Desde la Comisaría de la Mujer, como se conoce al centro de atención de víctimas de delitos sexuales, su titular Mariel Arévalo, admitió que se trata de hechos “recurrentes”.

No son sin embargo consecuencia de algún agresor en serie sino el resultado del encuentro de diferentes personas –que a veces no se conocen-, en donde alguna de ellas puede tener una “predisposición psicopatológica” que se junta además en un marco de “exceso de alcohol”, según detalló Arévalo en diálogo con Radiópolis.

“Se da una circunstancia muy particular en cierta cantidad de casos que hemos manejado en los último días de reuniones de jóvenes en un ámbito cerrado y privado y que terminan con una responsalidad penal de alguien que, por decirlo de alguna manera, hizo las cosas mal”, aseguró.

Arévalo aclaró que no se trata de un fenómeno que comenzó con las fiestas de fin de año sino que se viene registrando desde el inverno y que afectó desde chicas de 15 años hasta casi 30.  “Nos alarma que los resultados son comunes, con violencia, con personas vejadas y abusadas delante de otras”, afirmó.

Agregó que muchas veces el agresor es “un amigo de un amigo de un amigo, que resultó ser un abusador” y reconoció la complejidad para abordar el hecho, que no siempre sería denunciado. “Nos llama la atención la recurrencia de estos delitos”, agregó.