La tragedia en Haití, calificada de “catástrofe histórica” por la ONU, no tiene tregua. Un temblor de magnitud 4,5 grados en la escala de Richter, réplica del devastador terremoto del pasado martes, se registró este sábado y volvió a generar pánico.
Según informó el Instituto geológico de Estados Unidos, desde el gran terremoto de 7 grados Richter se registraron más de 50 réplicas de mayor o menor intensidad. En este caso, el sismo fue intenso pero el epicentro se registró a 25 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe, donde se paralizaron durante un rato las tareas de rescate, ante el temor de que se estuviera registrando otro terremoto importante.
Sin embargo, minutos después se restauraron las tareas de recuperación de cuerpos que se llevan a cabo contra reloj en muchos puntos de la capital haitiana.
"Recogimos ya 50 mil cadáveres, pero prevemos que los muertos en total serán entre los 100 y los 200 mil, si bien no sabremos nunca el número exacto", explicó el ministro del Interior haitiano, Antoine Bien-Aime.
Por otro lado, organizaciones internacionales temen por cia ante la falta de alimento.
El viernes unas 50 personas fueron rescatadas bajo los escombros del Hotel Montana, donde residía la mayoría de los funcionarios internacionales en la capital haitiana, mientras el tiempo se agota para alentar esperanzas de seguir encontrando gente viva en esta ciudad paralizada, donde al menos 4.000 edificios están destruidos.
Las organizaciones internacionales advirtieron que temen una escalada de violencia ante la escasez de alimentos y las dificultades para que la ayuda internacional llegue hasta Haití, donde el único y pequeño aeropuerto está colapsado.
Menos pelea y más acción
En ese marco, el presidente de Haití, René Preval, agradeció este sábado a la comunidad internacional por la ayuda pero pidió que los donadores coordinen mejor sus esfuerzos en lugar de pelearse entre sí.
"Nos hace falta la ayuda internacional, pero el problema es la coordinación", manifestó el mandatario mientras aumentaban los problemas y la tensión pero un aeropuerto internacional que sigue colapsado.
En un sólo día aterrizaron al aeropuerto de Puerto Príncipe 74 aviones procedentes de varios países, entre ellos, Estados Unidos, Francia y Venezuela, lo que provocó una gran "congestión", reconoció Preval. Francia y Estados Unidos se habían acusado mutuamente de entorpecer el proceso de asistencia.