La jueza María Amalia Mascheroni condenó a ocho años de prisión al ex arzobispo de Santa Fe, monseñor Edgardo Gabriel Storni. Fue por abuso sexual agravado por el vínculo, esto último se refiere al vínculo que mantenía con los  jóvenes que eran seminaristas. En tanto, el abogado de Storni, Eduardo Jauchen, apeló el procesamiento y en consecuencia el expediente recaerá en la Cámara de Apelaciones en lo Penal. El ex religioso gozaría de prisión domiciliaria por su avanzada edad.

La causa tuvo su inicio ante la denuncia del ex seminarista Rubén Descalzo, por un hecho ocurrido en el año 1992, que fue denunciado 10 años después, informaron hoy fuentes judiciales. Pero el caso Storni se hizo público en 1994, cuando por orden del Vaticano el actual arzobispo de Mendoza, monseñor José María Arancibia, investigó denuncias de seminaristas sobre abusos sexuales, cometidos en el seminario santafecino y durante los retiros espirituales en Calamuchita, Córdoba. Todos los testimonios apuntaban contra el ex arzobispo de Santa Fe, monseñor Storni.

Los relatos de los seminaristas coincidían con los testimonios brindados por sacerdotes, algunos de los cuales entregaron copias de misivas remitidas al arzobispo, advirtiéndole la gravedad de los hechos y la necesidad de adoptar alguna medida al respecto de su parte.

Storni fue procesado a principios de 2003 por el juez de instrucción Eduardo Giovanini por la presunta comisión del delito de abuso sexual en perjuicio de un ex seminarista, que había denunciado el hecho en 1993. Pero en la misma resolución, el magistrado desestimó otras dos denuncias contra la autoridad religiosa al considerar que el tiempo transcurrido superaba el establecido para analizar la causa.

Según informó en declaraciones a Radio 2, la periodista santafesina Ivana Fux, este miércoles se conoció la resolución de la jueza María Amalia Mascheroni. La magistrada resolvió la única causa abierta que pesaba sobre el ex prelado y ordenó ocho años de prisión para el ex arzobispo por abuso sexual agravado por el vínculo. Esto último en referencia a que las víctimas eran jóvenes seminaristas que estaban a su cargo como sacerdote al momento de sufrir el abuso sexual.

Se estima que Storni no irá a la cárcel sino que cumplirá prisión domiciliaria ya que en el año 2010 alcanzaría los 70 años de edad.

Aunque negó ante la Justicia y el Vaticano las imputaciones, Storni renunció al Arzobispado en septiembre de 2002 mediante una misiva remitida al Papa Juan Pablo II. "Me adelanto a presentar mi renuncia lo cual, de ninguna manera, significa que reconozca culpas ni acepte acusaciones", afirmó en su momento Storni en el texto de ese momento.