Trabajadores de la fábrica de aros de pistón Mahle, ubicada en Presidente Perón al 5.600, y del laboratorio óptico Balbazoni Hermanos, de Mendoza al 8.100, manifestaron públicamente este viernes, para reclamar a las autoridades de gobierno que intercedan para solucionar los conflictos empresariales que ponen en riesgo su continuidad laboral.
En el caso de Mahle, un centenar de empleados de la fábrica marcharon esta mañana desde la plaza Pringles hacia la Municipalidad de Rosario, donde presentaron un petitorio al intendente Miguel Lifschitz para que medie en el conflicto que tiene a la empresa paralizada desde hace varios meses.
Los operarios, acompañados de numerosos partidos políticos y sindicatos, marcharon por la peatonal Córdoba y pidieron una definición en el traspaso de la fábrica, en el que –según se anticipó– habría varios interesados, aunque hasta la fecha, la operación se encuentra estancada.
Luego de que fracasaran las negociaciones con Europarts por la venta de la fábrica, el Ministerio de Trabajo de la provincia extendió hasta el 31 de julio la conciliación voluntaria.
"No tenemos los nombres de los interesados, pero sería más de uno”, afirmó este jueves la viceministra de Trabajo, Alicia Ciciliani, quien aseguró que se estaría pensando en hacer una unión transitoria de empresas".
Ciciliani defendió lo actuado por el gobierno en el marco del conflicto: "Fue un acto de responsabilidad no otorgar la venta a un grupo que no tenía solvencia necesaria", planteó respecto de la caída de Vasena, y agregó que si bien el gobierno comprende la angustia de los trabjadores; porque se demora un mes más la resolución del tema, avalar el traspaso a un grupo que no tiene capacidad económica ni financiera para sostener la empresa, “significaría comprar un problema más grave a corto plazo".
Balbazoni también reclama
Por su parte, los empleados del laboratorio óptico Balbazoni Hermanos, cuyas tareas se paralizaron el 27 de mayo último, por decisión de los dueños, que adujeron la “imposibilidad de seguir trabajando con márgenes de ganancia tan bajos”, manifestaron este viernes frente a las puertas de la empresa.
Los operarios exigen a los empleadores que les den precisiones acerca de la probable venta del laboratorio a otra empresa. Según algunas versiones habría dos interesados: uno de Buenos Aires y otro multinacional, pero en el caso de que se concretara el traspaso, el comprador ya habría anticipado que tomaría sólo a 30 de los 57 empleados que trabajan actualmente.
La conciliación obligatoria fue extendida hasta el próximo viernes 10 de julio. Ese día las partes volverán a reunirse en la sede local de la gobernación, a fin de alcanzar un acuerdo.


