Y un día Nico se fue es el musical que, con muy buenas críticas, el periodista Osvaldo Bazán presenta en La Usina del Arte, en el barrio porteño de La Boca, espacio en el que se queda hasta el próximo 9 de noviembre.
En diálogo con A diario (Radio 2) el también escritor se refirió a la adaptación de la novela homónima para ser llevada a las tablas, de las referencias a Rosario en la narración, del espíritu de la apuesta con "carcajadas" y "lagrimitas", y de las ganas de traer Y un día...a la ciudad, territorio donde se desarrolla la historia.
En el marco de la charla, también hubo espacio para avanzar sobre la polémica que se generó a partir de los dichos de Alfredo Casero sobre la última Dictadura y la "humillación" que recibió su parecer en el ciclo de la TV Pública 6,7,8
"Todo comenzó en Twitter. Leí un mensaje de Ricky Pashkus en el que decía que le gustaría encontrar un libro para hacer un musical. Y le dije que me parecía este libro podía ser”, reseñó Bazán.
El ex cronista de espectáculos de Radio Dos explicó que Pashkus –reconocido docente, coreógrafo y director teatral–confió en él para hacer la adaptación definitiva que llegó luego de tres meses de trabajo compartido "cincuenta y cincuenta".
Luego, por recomendación del autor de La canción de los peces que le ladran a la luna (Marea, 2006), la dupla convocó a Ale Sergi para la música. El resultado: el cantante de Miranda compuso trece canciones inéditas para la obra
La apuesta, que es una coproducción entre La Usina y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, recupera espacios puntuales de la ciudad como la plaza Pringles, Bv Oroño y “el boliche Station”.
“La obra dura una hora y media, y una hora quince transcurre en Rosario”, apuntó el periodista.
La apuesta testimonial habla un amor homosexual que, al interior de la pareja es lo mismo que cualquier otro sentir, pero en el afuera, “la sociedad” no tiene la misma mirada.
“No es una queja, no hay un llanto; sino que está contada desde un lugar ganado, desde la alegría”, explicó Osvaldo. Para más datos, contó que la obra despierta tanto “carcajadas” como “lagrimitas”: “Soy de la tradición del espectáculo argentino de (Luis) Sandrini”.
Cuando le preguntaron por la primera impresión tras el estreno, el conductor de Agenda Nacional (TN. contó que “las críticas son inmejorables”, que “la sala explota” y que el director Juan José Campanella “quedó enloquecido” después de verla”.
El musical se queda en La Usina hasta el 9 de noviembre y, después, Bazán no esconde su anhelo traer la obra a la ciudad.
¿De qué depende? De un productor.
Quine comentó espectáculos en la mañana de Radio 2 también habló de la reciente disputa que se generó en torno a los dichos del actor Alfredo Casero y la “humillación” que recibió del programa 6,7,8.
“Si este país, que alguna vez estuvo dividido entre unitarios y federales, y ahora se divide entre «caseros» y «capusotos», estamos en el horno”, sentenció.
Además avaló con un “está bien” el hecho de que los artistas se pronuncien sobre cuestiones sociales y políticas.
“Ahora, que desde un programa de un canal del Estado te humillen es inentendible”, aseguró.
Asimismo, apuntó que el hecho de no permitirle a un “ciudadano común” no hacer su descargo en el ciclo, como lo solicitó el propio Casero, es una actitud "fascista”.
"Lo que más me molesta, lo que me hace mucho ruido es que tanta gente adhiera al modelo sin críticas”, abundó en relación a ciclo que conduce Carlos Barragán.
“Yo trabajé con muchos de ellos en el grupo Clarín y no me decían en ese momento que estaban trabajando para el Diablo”, dijo Bazán.
El periodista salvó "el derecho a cambiar de opinión que tiene todo el mundo”, al tiempo que se incluyó en esa posibilidad pero, sentenció: “Hay cosas que se tienen que explicar”
“He visto gente que cambió su manera de pesar de un día para el otro (..) y cómo creció su patrimonio también”.