El seleccionado argentino de básquetbol volvió a arrasar a otro rival del grupo A, en este caso Venezuela, al que batió por 96 a 54 en un partido por la tercera fecha del Campeonato Mundial de Japón, que se jugó en el Sendai City Arena.

Apenas 21 horas antes, el conjunto dirigido por Sergio Hernández había superado a el Líbano por 35 puntos (107 a 72) y este lunes, apenas superado el mediodía japonés, amplió a 42 tantos la diferencia sobre su adversario de turno, mostrando el constante crecimiento de su juego colectivo.

Y esto tiene que ver esencialmente con el valor integral de los triunfos, que se apoyan en las figuras más salientes del equipo pero se sostienen desde el banco, con el aporte de los habituales suplentes.

Este aspecto es muy alentador para el técnico argentino, habida cuenta que cuenta con un recambio importante que puede ser clave en los compromisos de mayor exigencia que depararán los cruces de octavos en adelante.

En cuanto al partido con los venezolanos (Argentina les ganó diez de los últimos 11 enfrentamientos), se pareció en el arranque más al básquetbol callejero que a lo que realmente era, un encuentro de la tercera jornada del campeonato del mundo, tanto por la rudeza de las acciones como por lo rudimentario del desarrollo.

De hecho tardaron 2 minutos y medio para abrir el marcador por la mutua imprecisión en los lanzamientos, que iba a ser una constante hasta la finalización del primer cuarto.

Es que la Argentina había caído en la trampa venezolana de llevar el juego al bloqueo defensivo y tratar de romper a su vez la marcación albiceleste con la prodigalidad del eficiente pivote Richard Lugo, en la zona pintada.

Pero eso duró lo que esos primeros diez minutos de partido, porque el segundo cuarto fue otra historia, ya con Argentina sacudida de su letargo y ganando en efectividad con el control de Pablo Prigioni, el rompimiento de Carlos Delfino y la efectividad de Luis Scola.

Así, de los ocho puntos de ventaja con que los argentinos terminaron ganando el primer parcial (18-10 con un triple de Delfino sobre la chicharra), saltaron a diez más (39-21) al cabo del segundo.

Pero definitivamente todo se encaminó hacia otra abultada victoria después del primer tiempo, porque ya en el tercer segmento (lo ganó 74-38) volvió a aparecer Walter Herrmann, en todo su esplendor, para adueñarse como ante El Líbano, cuando marcó 23 puntos (esta vez hizo 25), del privilegio de ser el goleador del juego.

Pero además el flamante jugador de Charlotte Bobcats en la NBA, que en ambos casos hizo esto llegando desde el banco de suplentes, y no como primera opción de cambio, alcanzó el mejor promedio de gol del plantel argentino en lo que va del certamen (17 tantos por juego).

Y también lucieron junto a él, aunque en los tiempos iniciales del cotejo, Scola con 17 puntos y Rubén Wolkowyski, el mejor triplero del equipo, con 11 tantos. Es que esa es la premisa para estos partidos, como bien lo explicó Emanuel Ginóbili. "Los titulares estamos obligados a sacar una buena ventaja para que todos puedan descansar con las rotaciones, pero lo que resulta muy bueno es que con los cambios el equipo no pierde ritmo ni hambre por seguir sacando ventajas", puntualizó.

E inclusive al trabajarlas de ese modo, las amplias diferencias no le provocan relajamiento alguno al grupo, sino que otorgan "más confianza, porque no es fácil ganar por más de 40 puntos. Y en esto lo fundamental es el trabajo defensivo, que baja mucho el goleo del rival", aclaró por su parte el Colorado Wolkowyski.

"Encima se dieron algunos resultados, como las dos derrotas iniciales de Serbia y Montenegro (defiende el título que consiguió en Indianápolis 2002 como la ex Yugoslavia), que nos favorecieron mucho, porque si el miércoles (a la 1 de Argentina) le ganamos a Nigeria, ya nos aseguramos el primer lugar del grupo", evaluó.

Y si efectivamente esa posibilidad se concreta tal como la describió el oriundo de la localidad chaqueña de Castelli, el equipo argentino estaría afrontando un cruce de octavos de final ante el local, Japón, Nueva Zelandia o el Panamá del ex seleccionador argentino Guillermo Edgardo Vecchio (el último partido de la zona irá el jueves a la 1 con Serbia y Montenegro).

Pero para eso todavía faltan un par de días. Ahora será tiempo de aprovechar la jornada de descanso y recuperar especialmente el tobillo izquierdo maltrecho de Andrés Nocioni, que sufrió un esguince leve en el tercer cuatro, al anotar un doble y caer posteriormente sobre el pie de Lugo. Lo demás está bien.

Síntesis

Argentina:Juan Ignacio Sánchez 7, Emanuel Ginóbili 5, Andrés Nocioni 5, Luis Scola 17 y Fabricio Oberto 10 (FI). Walter Herrmann 25, Carlos Delfino 9, Rubén Wolkowyski 11, Gabriel Fernández 3, Daniel Farabello 2, Leonardo Gutiérrez 2 y Pablo Prigioni 0. DT: Sergio Hernández.

Venezuela: Ernesto Mijares 2, Víctor David Díaz 6, Pablo Machado 2, Oscar Torres 8 y Richard Lugo 15 (FI). Tomás Aguilera 2, Alejandro Barrios 11, Vallenilla 4, Cedeño 2, Marriaga 2, Morris 0 y Bayona 0. DT: Néstor Salazar.

Arbitros:Fabio Fachini (Italia), Terry Moore (Estados Unidos) y Alvaro Trías (Uruguay).