Tienen entre 10 y 15 años, estaban descalzos, con los mocos que caían hasta entrar en la boca y sin abrigo. Los cuatro chicos deambulaban por la zona de
Según el comisario de esa seccional, Daniel Cabrera, “la escena se repite todos los días”. “Recogerlos, traerlos hasta acá, es la manera que tenemos de contenerlos”, dijo Cabrera.
Tal como sucedió unos meses atrás con el comisario de la seccional 2ª, Sergio Coronel, y un tiempo antes con el personal de la comisaría 13ª que se encargaban de recoger a los chicos que pedían en los semáforos, esta vez ocurrió en la seccional de Cafferata y Tucumán.
El operativo, que según el mismo comisario es de rutina, comienza con “la consulta de si los menores tienen averiguación de paradero”. “Lo que hacemos es rastrear si por algún motivo se escaparon de su hogar y si es así tratamos de analizar las causas, sino lo que se hace es llamar a la familia”, explicó el comisario.
Los chicos –cuatro varones de entre 10 y 15 años– son de barrio Ludueña, y este lunes llegaron a la comisaría alrededor de las 12 y se quedaron hasta las 16. “La cuestión es que cuando llamamos a las familias para que vengan a buscarlos, no lo hicieron. Y tuvimos que salir con un móvil para poder alcanzarlos hasta su domicilio”, contó el titular de la 7ª.
Consultado sobre las razones por las que a los chicos se los saca de la calle, Cabrera no pudo disimular la impresión que los vecinos del lugar se llevan de esa imagen. “Entre ellos se golpean, quizás porque esa es su manera de jugar, pero como su aspecto es tan malo los comerciantes piden que no estén”, aseguró.
Según Cabrera, la actitud de los policías por un lado tiene que ver con responder a la necesidad de esa parte de la comunidad y por el otro tratar de ayudar y contener a los más chicos que se encuentran en situación de calle. “Acá llegan con frío, por lo menos le damos un mate cocido caliente y un poco de pan”, concluyó el comisario.
