Otro cura se anima al desafío de volar. El arzobispo de York, John Sentamu, de 58 años, saltó hoy en paracaídas y regresó a la Tierra en buen estado, a diferencia de su par brasileño, que se lanzó al aire colgado de globos y jamás fue hallado.

Se lanzó desde los 3.600 metros de altura junto con un veterano del equipo de paracaidistas Red Devils. El grupo saltó en caída libre y abrió los aparatos de vuelo a los 1500 metros. "Estaba rezando como ningún otro aquí arriba. Fue una experiencia fantástica", dijo Sentamu al regresar a la base aérea de Langar, cerca de Nottingham.
"Pensé para mis adentros, ¿por qué tardaste tanto en hacer esto?", añadió. Un empresario de Yorkshire le propuso hacer el salto luego de haberlo conocido en una cena de caridad, y se sorprendió cuando el obispo accedió enseguida.

Esperan con el evento recaudar cien mil dólares para auspiciar el Afghanistan Trust, organización que apoya a las familias de los paracaidistas del Regimiento de Paracaídas que resultaron heridos o muertos en la lucha contra los talibanes en Afganistán. "Es importante para los ciudadanos de este país que valoren aquellos que dieron sus vidas por el bien de la nación, y por eso yo hago mi parte", agregó.

El arzobispo tiene trayectoria de actos polémicos. Hizo bautismos de inmersiones completas mar adentro y se cortó en televisión el "cuello" de sacerdote, prometiendo no volver a usar ese elemento de vestimenta hasta que el dictador Mugabe no dejara el poder en la castigada Zimbabwe, su país de origen.