El futbolista Pablo Álvarez, en Central hasta el domingo pasado y con chances de prolongar su vínculo con la entidad de Arroyito, sufrió esta mañana uno de los denominados secuestros exprés. En la localidad de José León Suárez, provincia de Buenos Aires, fue interceptado junto a su beba por dos delincuentes que lo golpearon y le robaron algunas pertenencias.
Álvarez llegó al domicilio de sus padres con su camioneta, y cuando se disponía a abrir el portón para ingresar al domicilio, fue golpeado por dos malvivientes que le apuntaron con un arma y lo obligaron a dar marcha atrás. Allí lo golpearon en reiteradas ocasiones y, cuando advirtieron que no tenía mucho dinero, lo liberaron.
“Se llevaron objetos como el bolso de la nena y el anillo de bodas”, contó a la prensa la madre de Álvarez, Mónica, quien además reveló que viven intranquilos por los habituales episodios de inseguridad que suceden en el conurbano. "Siempre nos preocupamos cada vez que viene algún allegado a visitarnos", explicó Mónica, que además confesó que otro de sus hijos había sido víctima de un hecho similar.
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