La semana pasada, en plena discusión por la escalada en las tarifas de energía eléctrica y el costo del servicio, el gobierno nacional anunció su decisión de suspender el proyecto de construcción de la Central Atucha III por “problemas de restricción presupuestaria”. También se postergó hasta 2022 la construcción de Atucha IV. La decisión del presidente Mauricio Macri generó malestar y preocupación en profesionales y pymes que ansiaban la reactivación de ese sector.

La central atómica proyectada tenía un costo aproximado de 9 mil millones de dólares (financiados en un 85% por China) e iba a aportar 800 MW de energía en apenas 6 años sin la necesidad de instalar nuevas líneas de alta tensión (que tienen un costo de más de un millón de dólares por kilómetro).

La cancelación de proyecto Atucha III también significa un golpe severo, que algunos analistas definen como crisis terminal, para cerca de 80 empresas nacionales como Invap, Electroingeniería, Techint, IECSA o Dycasa que aportaron a la conclusión de Atucha II, entre 2005 y 2014, y deja sin oportunidades laborales a cientos de ingenieros nucleares que terminarán migrando a países con planes de desarrollo de tecnología atómica (sólo en Inglaterra se proyecta la construcción de 11 centrales).

“Invap, una empresa argentina de vanguardia tecnológica en cuanto a diseño y construcción de plantas y equipamiento nuclear, perdió, desde 2016, el 94% de su facturación al estado nacional y hoy tiene problemas para pagar los sueldos", consignó el portal informepolitico.com.ar, en una nota en la que se detalló que “la central atómica proyectada tenía un costo aproximado de 9 mil millones de dólares (financiados en un 85% por China) e iba a aportar 800 MW de energía en apenas 6 años sin la necesidad de instalar nuevas líneas de alta tensión (que tienen un costo de más de un millón de dólares por kilómetro)”.

La publicación agrega que “el proyecto Atucha III era de tipo CANDU, basada en una tecnología canadiense que para su funcionamiento requiere agua pesada de alta pureza, como las centrales Atuchas I y II. Al ser una tecnología ya conocida y aplicada en el país, China sólo proveía financiamiento y un 30% de los componentes. La dirección de obra hubiera podido hacerla cualquiera de las empresas nacionales especializadas: Invap, Nucleoeléctrica Argentina o la propia Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Ahora el Gobierno nacional desguaza este proyecto con alto componente nacional de tecnología de punta para asumir un compromiso a 2022 de un proyecto absolutamente chino, “llave en mano”, para la construcción de una central de uranio enriquecido de 1100 MW”.

ATE provincia de Buenos Aires denunció “despidos inminentes”

El gremio realizó conferencia de prensa y una asamblea en la empresa junto a los trabajadores del Sector Nuclear de Nucleoeléctrica Argentina S.A. y al Plenario de Delegados de ATE del sector.

En la reunión rechazaron “la determinación del Gobierno Nacional de cancelar la construcción de Atucha III a partir de las negociaciones con el FMI”.

Estuvo encabezada por Oscar de Isasi, secretario general de ATE provincia de Buenos Aires; Daniel Pérez, secretario general de la secciónal Zarate; Cesar Baliña, secretario gremial provincial; Dabel Roblín dirigente del sector nacionales y Claudio Arévalo, secretario general de ATE Quilmes.

“Esta decisión provoca la pérdida de aproximadamente 1500 puestos de trabajo entre las 5 empresas estatales dependientes del Ministerio de Energía y en el sector privado la perdida de unos 500 puestos de trabajo”, señaló Daniel Pérez, quien estuvo a cargo de la apertura de la asamblea.

“Estamos en presencia de una disputa emblemática sobre la soberanía energética. La suspensión de la construcción de Atucha III, en consonancia con el ajuste del FMI, provoca el inminente despido de trabajadores en el sector nuclear”, dijo Isasi.

“Desde ATE provincia de Buenos Aires y la CTA A bonaerense vamos a respaldar todas las acciones definidas por la seccional de ATE Zarate y por los trabajadores”, apuntó el dirigente, y convocó “a construir unidad con todas las organizaciones gremiales y sociales y con la comunidad para dar pelea contra la dependencia energética, en defensa de la soberanía nacional y por dignificar la tarea de los trabajadores estatales nucleares”.

El plan de acción aprobado por la asamblea contempla una serie de acciones: el 1º de junio habrá presencia de delegados de ATE en todos los molinetes de la empresa, en provincia de Buenos Aires, Capital y Córdoba. El 6 de junio, en Zárate se harán acciones y una movilización entre distintos gremios, entre ellos ATE, UOCRA y UECARA. El de 7 junio partirá una movilización desde casa central de la empresa NASA, en Vicente López, hacia la CONEA en Núñez, y a mediados de junio, con fecha a definir, se realizará una movilización al Ministerio de Energía.