Más que pesado estaba el ambiente en la plaza Independencia de Montevideo, donde ambientalistas de Gualeguaychú tenían previsto realizar una protesta contra la instalación de la papelera Botnia en Fray Bentos. No, no pudieron hacerlo. Es que un grupo de uruguayos indignados con el reclamo les impidió manifestarse.

Según denunció una de las ambientalistas, los insultaron y llegaron a volar algunas piedras contra ellos. Mientras, asambleístas de Colón denunciaron que comerciantes los obligaron a levantar por la fuerza, durante algunas horas, el corte que realizan en el puente que une esa localidad entrerriana con la uruguaya Paysandú.

Antes de la llegada de los manifestantes argentinos a Montevideo, hubo algunos enfrentamientos entre manifestantes uruguayos que se pronunciaban a favor y en contra de la instalación de la pastera. Esta situación es la que se vivía cuando los asambleístas de Gualeguaychú y de la Ciudad de Buenos Aires se trasladaban al lugar para repartir volantes y expresar su rechazo al funcionamiento de la papelera, cosa que finalmente no pudieron hacer.

La intención de los manifestantes argentinos era repartir volantes en la plaza para generar conciencia entre la gente por la instalación de Botnia.

Los volantes que no pudieron repartir rezaban "no a la papelera Botnia" e incluyen una lista de artistas uruguayos que trabajan en Argentina y de argentinos que desarrollan sus actividades en el vecino país, como ejemplo de la comunión que se mantiene entre ambos pueblos.

Mientras, los asambleístas de Colón denunciaron que un grupo de vecinos los obligó a levantar el piquete en la ruta que lleva al puente internacional a la ciudad uruguaya de Paysandú, que mantenían en forma permanente desde el miércoles pasado.

Los que encabezaron la acción, según los asambleístas, serían los mismos comerciantes que los obligaron a levantar el corte el año pasado. Aseguraron que hoy nuevamente les quemaron los elementos con los que formaban una barricada. Y que el grupo tenía machetes, hachas y bidones de combustible.

Los comerciantes de la zona aseguran que son perjudicados por el corte de ruta, que representa para ellos la imposibilidad de comerciar con quienes cruzan el paso internacional para, por ejemplo, cargar combustible.