El gobernador electo de Santa Fe consideró "significativa" la elección de Elisa Carrió en Santa Fe, en donde la Coalición Cívica ganó Rosario y se ubicó apenas dos puntos abajo del Frente para la Victoria. Para el socialista la provincia "sigue siendo progresista, se vio en las elecciones anteriores y también en las actuales".

En diálogo con Luis Novaresio (Radio 2), Binner relativizó las declaraciones de Lilita que aseguró que no volverá a presentarse como candidata a presidente para dar paso a las nuevas generaciones. "Hay que ver más adelante", evaluó. Y no quiso arriesgar la posibilidad de que él ocupe ese espacio vacío.

Consultado sobre si había sido correcto el tibio apoyo brindado a la fórmula Carrió-Giustiniani, el socialista consideró que era "una situación difícil ya que se tenía que amparar a todos los integrantes del frente progresista, que a nivel nacional participaban de diferentes listas". Confió que el tema se habló con Giustiniani en su momento. "Fue la mejor forma de resolverlo. Hoy nos estamos reuniendo por el tema gabinete, en donde hay gente de otros partidos. La forma de preservarla era aprovechar la situación de esa manera", evaluó.

Binner aseguró no conocer las versiones que circulaban que indicaban que Cristina Kirchner podría convocar a un socialista para el Ministerio de Salud. "En su momento será valorado", adelantó. Aunque confió que "sería difícil pensar esa situación".

Casi empate en la provincia

La candidata de la Coalición Cívica se impuso por nueve puntos a la primera dama en la ciudad, pero la senadora Fernández de Kirchner le sacó un punto y medio a nivel provincial. Un resultado que, curiosamente, habilitó festejos en ambos sectores.

La propia fundadora del ARI aseguró en el discurso que realizó a la 1.30 de este lunes, cuando reconoció la victoria de Cristina, su “enorme” triunfo en Rosario, habló de un “casi empate” en toda Santa Fe y aseguró que su fuerza sumó cinco bancas de las diez en la provincia. Algo que confirma dos cosas: la relación de “amor” (en esos términos lo planteó Lilita días atrás) entre la ciudad y la ex diputada y el voto “no peronista” que parece caracterizar a los rosarinos.

Sin embargo, también en el búnker local del Frente para la Victoria se recibió con entusiasmo el resultado porque esa fuerza logró imponerse en el territorio provincial aunque por escasísimo margen: 35,3 a 33,9 escrutadas el 97 por ciento de las mesas. La lectura allí fue que el justicialismo logró sobreponerse a la derrota del 2 de septiembre y tanto Agustín Rossi, María Eugenia Bielsa como Héctor Cavallero buscaron capitalizar ese resultado.

Este inédito doble festejo tiene sus explicaciones en los intereses que se jugaban a nivel local: por un lado el socialismo representado en la fórmula de la CC con la figura de su presidente, Rubén Giustiniani, logró revalidar su peso en la segunda ciudad del país (aunque con una merma importante con respecto al 2 de septiembre); y por el otro lado el justicialismo que no podía darse el lujo de perder otra elección en el territorio provincial (si bien es cierto que la diferencia fue mínima) y pudo volver hablar de un triunfo en la ex invencible Santa Fe.

Un escenario que podría resumirse en que Carrió ganó en Rosario y empató en la ciudad de Santa Fe, pero Cristina se impuso en el interior, donde esta vez el voto justicialista no se filtró como ocurrió a favor de Hermes Binner en la pelea por la gobernación. En realidad, más que un resultado que habilitó festejos, lo que ocurrió este domingo en la provincia y en la ciudad fue equilibrar fuerzas luego del histórico triunfo socialista del 2 de septiembre.

Es decir, ni Giustiniani retuvo los más de 25 puntos de diferencia en Rosario y sigue siendo Binner el gran referente electoral de esa fuerza (incluso de cara al armado nacional de la centroizquierda); ni Jorge Obeid logró un espaldarazo que lo “limpie” de culpas de aquella derrota. En todo caso, fue Agustín Rossi quien encabezó los festejos a nivel provincial y se mantiene como referente local del kirchnerismo.

La jornada entonces no dejó por estas tierras grandes ganadores pero tampoco perdedores de peso, salvo el nuevo golpe que sufrieron los radicales no frentistas que fueron en este caso con Roberto Lavagna. Es que los candidatos a diputados nacionales Juan Carlos Millet y Alicia Tate ni siquiera salieron en tercer lugar y confirmaron con un nuevo fracaso (ya les había ido muy mal en las elecciones a gobernador) que el orden de los factores no altera el producto.