“Un buen comienzo”. Así calificó el intendente Miguel Lifschitz la primera ronda de diálogo entre el gobierno y la oposición, de la que fue uno de los protagonistas como representante del socialismo.
Lifschitz, en diálogo con el programa Diez puntos, de Radio 2, dijo que la apertura del diálogo genera una “expectativa positiva” que tendrá que confirmarse con otras “actitudes del gobierno que sean compatibles y coherentes” con la decisión de, por primera vez en seis años, convocar a la oposición.
Para el intendente no es poco que “después de meses de confrontación muy dura y no sólo en lo político” se haya convocado a otros partidos, aunque dejó en claro que el temor a que sólo sea una maniobra del kirchnerismo para ganar tiempo estuvo flotando durante toda la reunión.
La preocupación se basa en que el tema de la convocatoria, la reforma política, no es lo que Lifschitz considera “un tema urgente”. “Tenemos que abodar los temas vinculados a lo social, la producción y el empleo”, afirmó y dijo que el gobierno respondió que para tratar esas cuestiones va a convocar al Consejo Económico y Social, del que los partidos también pidieron ser parte.
Además, opinó que “hubiera sido un buen gesto que estuviera la presidenta Cristina Kirchner en la reunión” y no sólo el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
Consultado sobre la situación al interior del Acuerdo Cívico ante la decisión de Elisa Carrió de no aceptar la convocatoria, opinó que “se pone de manifiesto que hay estilos diferentes y miradas distintas sobre la realidad argentina”, pero se mostró optimista en “seguir manteniendo un trabajo común”.


