Horas antes del acto de Cristina Kirchner en Plaza de Mayo, el gobierno salió a pegarle con dureza a los dirigentes de las entidades agropecuarios. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, sostuvo que “no hay motivo para continuar con el paro” y que los ruralistas no tienen conciencia del daño que está provocando la medida, que ya lleva 20 días y complica el abastecimiento de productos básicos a las ciudades. Advirtió que el gobierno no va a permitir que tomen de "rehén" al pueblo argentino.

El funcionario reiteró que "los anuncios de ayer han cumplido con lo que reclamaban los agropecuarios" y criticó al titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, que dijo que el campo demostró su capacidad para desabastecer el país.

"Creo que algunos hechos demuestran la falta de conciencia con respecto al daño que están produciendo", dijo en referencia a los dichos de Buzzi y recordó que "ayer no había terminado de hablar (Cristina Kirchner) y las entidades ya habían anunciado que seguían con el paro".

Randazzo insistió: "Los comentarios no responden a la responsabilidad de la dirigencia, pareciera ser que no existe razón, y si la hay, es de carácter inconfesable".

Al mismo tiempo, el titular de la cartera política, afirmó que las consecuencias que todos ya conocemos "no afectan la gestión del gobierno". "Nos parece injusto que se nos señala como anticampo", afirmó.