Una pareja terminó por deteriorarse tras la frustración del sueño de ser padres. La Cámara Civil decretó que el divorcio fue por culpa de ambos y, aunque no lo dijo expresamente, deslizó de forma tangencial que el no poder tener hijos puso fin a la pareja.

Según publica este miércoles el diario Tiempo Argentino, "ella lo maltrataba, le decía idiota, impotente y él la celaba permanentemente". La Cámara Civil decretó el divorcio por culpa de ambos. Los jueces Fernando Racimo, Juan Carlos Dupuis y Mario Calatayud detectaron que la relación terminó de deteriorarse ante la frustración del sueño de ser padres y enunciaron eso en el fallo.

"La intemperancia era mutua y los maltratos recíprocos, los cuales habrían surgido después de los fracasos en la realización de un tratamiento de fertilización asistida", sostuvieron los jueces. Así, dieron por ciertas las "pruebas que acreditan el fracaso de un tratamiento de fertilización asistida que habría generado la crisis matrimonial".

La Sala E de la Cámara Civil tuvo una visión más amplia que el fallo de primera instancia, que había decretado el divorcio por culpa exclusiva de la mujer. Los insultos, pronunciados por ella "frente a terceros" tuvieron un "carácter evidentemente injurioso". Pero el tribunal de alzada advirtió que "no se ha utilizado similar criterio para analizar los hechos del marido según resulta de declaraciones testificales que dan cuenta de un comportamiento similar de este para con su esposa".

Según determinaron los camaristas, "las injurias por vías verbales y de hecho desplegadas por el marido son de similar entidad a las comprobadas en la sentencia recurrida de manera que considero inconveniente formular una distinción de gradaciones para salvar a un cónyuge en perjuicio del otro".