Se dobla pero no se rompe. Al revés de lo que dice la marcha (y el discurso) radical, ése es el estado en que se encuentra el Frente Progresista, según los socialistas. Quien salió a hablar luego de que el diputado provincial de la UCR Juan Carlos Millet dijera en Radio 2 que si Carlos Fascendini no es el candidato a vice de Hermes Binner la alianza entre radicales y socialistas se hará añicos fue el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Juan Carlos Zabalza, que dijo que el Frente Progresista sigue y seguirá en pie.

De todos modos, no quedó claro si eso incluye a los dirigentes radicales que amenazan con romper –fundamentalmente Millet y Felipe Michlig– o si en realidad lo que quiso decir es que no son lo suficientemente representativos como para condicionar la continuidad del Frente Progresista, estén o no ellos. "La inmensa mayoría de los radicales y la inmensa mayoría de los socialistas quieren que se institucionalice el acuerdo", afirmó en diálogo con Nacho Suriani.

El discurso público es coherente con el que los socialistas esgrimen off the record: que más allá de lo que diga la conducción formal de la UCR santafesina, en las bases, en los pueblos y ciudades de la provincia, sobre todo en las que hay gobierno radical, todos apuestan a Binner gobernador.

Por eso, se muestran despreocupados de las amenazas de Michlig y sobre todo Millet, e insisten en que Binner tiene que tener un compañero de fórmula de la ciudad de Santa Fe y si es posible mujer porque, según dijo Zabalza, "la cuestión de género no se puede desatender en la política de hoy".