Parecía embarazada pero no lo estaba. Se trata de Janet Delaney, una mujer que a causa de un quiste llegó a tener la panza como una embarazada de 9 meses.

Tanto Janet como su marido estaban hartos de que todos les preguntaran cuándo nacería su bebé. La incógnita no era extraña, ya que la panza de ella comenzó a crecer hasta parecer la de una mujer en avanzado estado de gestación.

Sin embargo, eso no era posible el embarazo: Janet se esterilizó 13 años atrás porque decidieron no tener más niños (tienen una hija de 24 años y un chico de 17).

Janet acudió varias veces a urgencias con fuertes dolores, y los médicos le dijeron que tenía síndrome de intestino irritable. Pero los dolores seguían, así que la mujer pidió una segunda opinión médica. A través de un escáner de ultrasonidos le descubrieron un quiste cancerígeno en el ovario de más de siete kilos.

Los Delaney, que viven en Manchester (Reino Unido) están sobre todo disgustados porque los médicos les insistieran en que se trataba del síntoma intestino irritable. "Parecía una embarazada de nueve meses, la gente me cedía el asiento en el autobús preguntándome por mi bebé", ha explicado al diario Daily Mail.