Eran las dos de la tarde de este lunes cuando Dante y su familia llegaron de Santa Fe capital a Rosario, más precisamente, al aeropuerto Islas Malvinas desde donde debían tomar un avión que los llevaría al destino deseado: Natal, Brasil. Sin embargo, las horas pasaron y el avión no cruzó el cielo, menos la pista. Luego de idas y venidas, la nave de la empresa Andes pudo salir pasadas las 10, unas 18 horas después. Pero la familia no estaba sola, con ellos, unas 180 personas de diferentes partes del país debieron afrontar la misma y larga espera.

En contacto con el programa Tempranísimo de Radio 2, Dante, uno de los pasajeros que quedó “anclado” en Rosario contó con detalle la experiencia que en minutos estaba por terminar: “Llegamos a Rosario a las 14, fuimos al aeropuerto porque viajábamos a Natal de vacaciones. Allí nos dijeron que el vuelo de las 17, el nuestro, tenía un retraso”, comenzó su relato.

“A la tarde el avión nunca apareció, tampoco a las 10 y se hizo la medianoche en el aeropuerto”, siguió. Según señaló, la empresa que les vendió los pasajes a ellos y al resto de los pasajeros, les ofreció pasar la noche en un hotel, casi 10 horas después de haber pisado suelo rosarino.

Durante la espera, los pasajeros permanecieron, en su mayoría, en el aeropuerto: “El personal estaba predispuesto para atendernos pero el lugar no tiene capacidad para dar servicios a 180 personas”, observó.

“Fue un verdadero sinsabor, ayer intentábamos comenzar las vacaciones y nos pasa esto”, se lamentó. “Perdimos la noche en Natal porque en teoría llegábamos ayer a las nueve de la noche pero la parecer el mayorista entiende esta situación y aseguró un resarcimiento económico”, indicó.

Dante cree que la empresa tendría que haber explicado la razón de la demora y sincerarse ante sus clientes: “Era evidente que a las siete de la tarde sabían que tendríamos que pasar la noche. No hacía falta que nos dejaran acá hasta la medianoche esperando”, se quejó. “Es frustante, elegimos un charter porque nos parecía más confiable y nos equivocamos”, añadió.

El servicio que se demoró es el chárter de Andes a Natal programado para los lunes a las 16.50. Según se informó desde el aeropuerto, como el mismo avión trae a los pasajeros que regresan a la ciudad, quienes iban a arribar este martes a las 4.50 de la madrugada recién lo harán a la tardecita o a la noche.

Una suspensión que es una cancelación

Luciano Tamous, de la Asociación para los Derechos de los Usuarios y consumidores, explicó que en casos como estos, la empresa “debería pagar penalidades hasta incluso, la devolución íntegra del dinero pero, al reprogramar el vuelo se evitan pagar las indemnizaciones a los pasajeros”.

“El vuelo habría que cancelarlo no reprogramarlo si pasan más de tres o cuatro horas. Las empresas suelen hacer esto para evitar la indemnizaciones”, alertó.

“La nueva ley del consumidor incluye el transporte aéreo y los pasajeros tendrían la posibilidad de reclamar una indemnización por reparación de prejuicios teniendo en cuenta que muchos pasajeros perdieron un día de trabajo o de vacaciones”, informó Tamous quien aconsejó a los damnificados que, en este caso “tienen que pedirle a la compañía que no declare el vuelo reprogramado sino que admita que fue una cancelación”.