Daniel Capristo fue acribillado por un joven de 14 años, en Lanús, en medio de un asalto. La violencia de su muerte causó gran indignación y dolor en su familia que salió a pedir justicia. Nora, la prima de la víctima sorprendió por sus dichos que impactaron por su agresividad.
Según publicó el diario Infobae.com, Norma señaló que “la pena de muerte es un regalo de Dios, y es liviano". Sin ningún reparó observó: “"Tendrían que mutilarlo de a poquito, primero el pie, después los genitales. Lo tendrían que hacer sufrir y padecer, porque estos no se educan. Las cárceles están llenas de gente como esta, gente que sale peor todavía".
"Acá hacen animales, más animales y más animales, entonces no podemos seguir alimentando cuervos. Yo no estoy dispuesta a seguir pagando impuestos para alimentar asesinos. Basta, se terminó", sentenció.
Por su parte, Facundo, el hijo de Capristo, quien presenció cómo mataban a su padre fue más moderado y pidió que cambien las leyes para "bajar la edad de imputabilidad" a autores de delitos graves. “Si el homicida tuvo pelotas para empuñar un arma de grueso calibre y conducir un auto, debe asumir responsabilidades por el asesinato", indicó. “No pedimos nada raro, sino Justicia y que las leyes se cumplan”, añadió.
Una carta para que los menores vayan presos
Infobae.com publicó una carta escrita por una sobrina de la víctima, de 16 años. En el texto, la joven exigió que los menores de edad sean detenidos y sostuvo, entre otras cosas: “ Está todo tan desvirtuado que el policía no es más que un ladrón y el ladrón tiene mejor futuro y más derechos que el ciudadano de bien”.
En la misiva, la chica escribió: “Hablamos mucho de los derechos humanos de las personas, pero quién respeta los derechos de los ciudadanos, cuando a quemarropa te arrancan la vida con saña, en un segundo dejás de existir para que un dolor inmenso y una sensación de vacío se generen en los que quedan y vos te esfumás. Lo más triste es saber que la última esperanza que queda sea una utópica justicia, que por las leyes de antaño que nos competen como sociedad no deja de ser un mero pedido muy poco escuchado, y no una respuesta a tantos interrogantes”.
“Las delincuencia, y los menores, están fuertemente vinculados, hoy en día, con la facilidad que tienen de entrar y salir de una comisaria, de burlarse de la incompetencia de las leyes mediocres, que poco solucionan y conforman nuestro Estado, perdieron la noción de lo que significa asesinar a una persona, la vida humana para ellos ya no tiene valor”, continuó.
En otro párrafo destacó: “Los menores asesinos no pueden quedar en libertad, los que matan ya no son chicos, perdieron todo tipo de inocencia, se los respeta como criaturas, pero ellos no respetan a nadie. La justicia es fundamental para el orden social, si no, el orden se desvirtúa, y pasan estas cosas. La sociedad tiene que decir basta, si no empezamos por nosotros, si no nos cuidamos, si no nos unimos como pueblo, no hay forma de salir adelante. Sólo hay que ponerse firme y tomar esa decisión de iniciar el cambio. Después se quejan y tratan de animales a los que quieren hacer justicia por mano propia, si nadie te garantiza ni acude al pedido de seguridad de las masas” Y terminó: “¡Abran los ojos!"


