Pedro González sobre las tomas: "A mí esto no me lo hacen"

El intendente de Villa Gobernador Gálvez, Pedro González, negó que en algún momento le haya dado algún tipo de aval a las usurpaciones de terrenos privados que hay hoy en su ciudad, aseguró que las tomas no fueron espontáneas, dio a entender que hay detrás de todo esto una maniobra política para perjudicarlo, y para dejar en claro que de ninguna manera avala este tipo de acciones contó que en algún momento fue a lugares donde había ranchos precarios y les prendió fuego.

González, en diálogo con el periodista Roberto Caferra en el programa Radiópolis de Radio 2, admitió que se reunió con representantes de los usurpadores y dueños de terrenos tomados para buscar una solución, pero dejó en claro que de ninguna manera hizo un guiño a las tomas. “Hice la denuncia en Tribunales el 23 de abril y le avisé a cada dueño de terreno para que lo haga. Puedo mediar por 10 personas, no por 2.500”, afirmó.

Más tarde, en declaraciones a El Tres, dijo que los abogados de la Municipalidad estaban haciendo una denuncia penal por usurpación: "Se han metido en terrenos alambrados. Eso es delito. No lo voy a permitir bajo ningùn punto de vista", dijo, y lanzó una advertencia: dijo que va a esperar "dos o tres días para ver si actúa la Justicia" y, en caso contrario, se ocupará personalmente, "A mí esto no me lo hacen; esto no es tierra de nadie".

Antesn, en su diálogo con Caferra, descreyó de que las tomas hayan sido espontáneas, como sostienen desde la Corriente Clasista y Combativa (CCC): “Esta es una cosa preparada, usurparon de un día para el otro. No sé quién lo preparó”.

“Voy a hacer lo imposible para sacar a los usurpadores”, agregó González, quien dijo que en las próximas horas se reunirá con el secretario de Seguridad de la provincia, Marcos Escajadillo (lo rebautizó como “Cascadillo”), y el titular de Hábitat, Gustavo Leone, para buscar soluciones a la situación de la toma y del déficit de vivienda.

El intendente de Villa Gobernador Gálvez entiende además que se encontró con un problema que en realidad es ajeno, pues según él gran parte de los ocupas provienen de Las Flores y otros barrios de Rosario.

Insistió en que no avala las tomas y en ese sentido mencionó que los terrenos son inundables. “El día que llueva va haber dos metros de agua y los voy a tener frente a la Municipalidad pidiendo frazadas y colchones”.

Y reclamó que tanto la Nación como la provincia se comprometan en la búsqueda de una solución al problema de vivienda.

En ese sentido, abogó por urbanizaciones reales, no por la creación de nuevas villas. Dijo estar “cansado de las ranchos con dos chapas paradas donde hay cinco chicos”, y, para dejar en claro que no avala de ninguna manera tomas, reveló que en otras oportunidades ha ido personalmente “con un bidón de nafta” en lugares donde se levantaban ranchos y les prendió fuego.

“No quiero más ranchos, que cada uno haga su casa”, enfatizó. En ese sentido, dijo que tiene una bloquera preparada y que espera conseguir terrenos para desarrollar un plan que ya anunció la provincia, que consiste en entregar materiales para que las familias beneficiadas construyan su vivienda.

De hecho, pidió que “cada uno vuelva a su lugar de origen” hasta que se haga un relavamiento y se ponga en marcha ese plan desde la provincia.

Pero además, recordó que recibió la Municipalidad fundida, con un déficit de 47 millones, consideró que no es casual que esto surja cuando el justicialismo recuperó la ciudad y deslizó un pronóstico tremendista cuando advirtió de mechas que se encendieron en Villa Gobernador Gálvez y luego se esparcieron, en evidente referencia a los saqueos.