El ex entrenador de la selección argentina de fútbol José Pekerman rompió este miércoles en Río de Janeiro el silencio que se impuso tras renunciar a raíz de la eliminación en el Mundial de Alemania, y concluyó que terminó "feliz, pese a no haber alcanzado el objetivo, que era llegar a la final".

"No nos conforma la actuación (en la Copa del Mundo). No conseguimos el éxito, pero quedamos felices porque fuimos respetuosos del proyecto. Jugamos con la escuela que queremos mantener", expresó el DT que asumió el cargo en 2004, tras la renuncia de Marcelo Bielsa, y abandonó en julio pasado.

El conductor de las selecciones albicelestes que conquistaron los mundiales Sub 20 de 1995, 1997 y 2001 dijo que el último Mundial sus jugadores fueron "fieles a la tradición del fútbol argentino", pero admitió que eso en su país "no alcanza".

"Argentina dio un poco más de lo que se esperaba, pero la gente sabía que ganar era difícil", anotó durante una conferencia de prensa que sucedió a su exposición ante entrenadores, directivos y agentes de fútbol sobre su trabajo.

Consultado si se arrepentía de alguna decisión adoptada durante el Mundial y, en concreto, de los cambios hechos en el partido de los cuartos de final que perdieron con Alemania en la tanda de penales, Pekerman respondió con un "no" enfático.

"En el fútbol las decisiones se toman en un momento, y yo conocía al equipo, su estructura y lo que necesitaba. El público y la prensa puede entender que había otras opciones, pero nosotros consideramos que tomamos en su momento las decisiones correctas", subrayó.

El técnico, que el 3 de septiembre cumplió 57 años, manifestó que el hecho determinante que desembocó en la eliminación de Argentina, pese a que comenzó ganando a Alemania, fue la salida intempestiva por lesión del arquero Roberto Abbondanzieri.

"Hasta entonces habíamos encajado dos goles en cuatro partidos. Roberto es un especialista en atajar penaltis y era una garantía para nuestra defensa. Y en el juego técnico éramos superiores a Alemania, que pasó todo el partido ante su hinchada corriendo atrás de nosotros para alcanzar el balón", dijo.

"La sensación que nos dio el partido en el tiempo reglamentario es que los jugadores alemanes se aferraban a la posibilidad de clasificar en los penaltis, pues en la historia de ellos, sólo una vez perdieron por esa vía", argumentó.

Pekerman insistió en que "fue correcto" su diagnóstico para ese crucial partido, calificó como "excelente" el comportamiento de sus dirigidos, aunque admitió que hacia el futuro su sucesor debe tener en cuenta lo perjudicial que puede resultar la falta de profundidad para sellar un resultado.

"Perdimos por falta de profundidad varias oportunidades de gol antes de que ellos empataran", recordó.

Anotó que si hubieran superado al equipo germano, Argentina quedaba automáticamente en condiciones de asumir el rol de candidato al título. Y llamó la atención sobre lo que para muchos fueron resultados sorprendentes en el Mundial.

"Nosotros salimos después de jugar muy bien, pese a haber marcado once goles y recibido tres, en una instancia que tiene un poco de injusticia. Pero Italia, en algún partido pudo también haber quedado afuera, y Brasil, el claro favorito, se fue por culpa de una sola jugada", puntualizó.

Fuente: EFE