Pelo Duro, el chico se 15 años que fue detenido por vigésima vez tras un robo y luego se clavó un alambre por el que debió ser internado en el Hospital Provincial, pidió que lo dejen volver al hogar del padre Tomás Santidrián.

El chico habló brevemente con Canal 3 antes de ser trasladado desde el Irar –su actual lugar de detención– a Tribunales, para prestar declaración ante el juez Joan José Carmona, el mismo que, cuando salió a la luz este caso, habló de una "generación de pibes quemados que no tienen futuro".

"No hice nada", se limitó a decir el adolescente, que lamentó estar "engarronado" y pidió que lo dejen volver con el padre Santidrián.

Santidrián, por su parte, criticó las políticas para "contener" a este tipo de chicos. "Se los reprime, pero no se los educa", afirmó el sacerdote en una nota que se pudo ver en De 12 a 14. Y reclamó que los que cuidan a los chicos en los lugares de detención sean, justamente, educadores.  

Tras ser capturado por vigésima vez, cambió de estrategia: se clavó un alambre de cerca de 9 centímetros en su abdomen para lograr salir de la comisaría. Por eso fue llevado de emergencia el Hospital Provincial, donde fue intervenido con éxito y los médicos informaron que no llegó a dañarse ningún órgano vital. El joven quedó internado bajo custodia policial.
Se trata de Pelo Duro, un menor con frondoso prontuario que quedó detenido este fin de semana por vigésima vez tras un robo. El chico, de 15 años, fue apresado tras robar con un revólver una cartera a una mujer de 68 años este lunes a la mañana en Pasco y Necochea. El pibe tiene ocho causas penales abiertas en los Juzgados de Menoresy este lunes ingresó una vez más a la comisaría 4º. Allí, los uniformados ya conocen su historial.

La mamá del chico, entrevistada por Daniel Amoroso en el móvil de De 12 a 14, aseguró que quiere que a su hijo "lo pongan en un centro de rehabilitación, para que salga de la droga". "No le hace caso a nadie, es imposible tenerlo en casa. Si tiene que estar en un centro hasta los 21años que esté allí, donde lo tengan controlado", sostuvo. La mujer aseguró que el problema la supera: "Se me va de las manos. Estoy sola, el papá no se ocupa de él", confió.

“Uno va viendo que tanto su situación familiar como los hechos que comete se van agravando cada vez más”, confió el sumariante, el oficial Oscar Romero, a Radio 2, quien explicó además que de los primeros hurtos o arrebatos ahora pasó a robos a mano armada.
La contracara de la situación del menor es la ausencia de programas de rehabilitación articulados, el cierre de un centro de rehabilitación ubicado en calle Dorrego (CAT) y la clausura de cuatro pabellones del Instituto de Recuperación Adolescente de Rosario (Irar). Mientras tanto, la delincuencia juvenil sigue en alza y sin contención.