Lee Charie, un turista británico, casi pierde la cabeza durante unas vacaciones en Thailandia. Esto dicho de un modo literal, porque el joven se cayó desde un piso veintidós y, producto del golpe, perdió parte de su cráneo. No sólo tuvo fortuna para contarlo sino que decidió llevarse el “faltante” en una valija.
El equipo médico logró salvarle la vida, pero tuvo que eliminar una cuarta parte de tejido óseo. Ahora su cabeza tiene una parte blanda, como ocurre con los bebés recién nacidos.
El hecho ocurrió en diciembre pasado y caundo Lee regresó a Reino Unido se llevó los trozos de cráneo en una valija. Poco tiene de sentimentalismo la decisión.
En realidad, siguió la recomendación de los cirujanos de conservarlo para luego poder reconstruirlo a partir de un molde.
Charie dice que no sabe como ocurrió su accidente. “Yo ni si quiera sé si me caí. Tampoco fui consciente de que me faltaba parte del cráneo hasta que mi padre me lo dijo”, asguró el joven al Daily Mail.