Y hubo desalojo nomás. Cerca de las 11.45 sacaron finalmente de su casa de Mitre al 1800 a una pareja de ancianos que vivía allí desde hace décadas, pese al apoyo y la indignación de los vecinos.

Tensa fue la situación que se vivió allí. Un oficial de Justicia se presentó con tres patrulleros en el lugar a primera hora, mientras los vecinos reclamaban que no se llevara adelante el lanzamiento de una pareja compuesta por un hombre de 80 años y una mujer de 78 queridos por todos. Después de varias horas de negociaciones y de que Alberto, el dueño de casa, tuviera que ser atendido en una descompostura, finalmente él y su mujer fueron retirados del lugar y trasladados a un hotel de Callao entre Brown y Güemes.

La deuda por la cual debieron dejar el inmueble se originó por un crédito de 10 mil dólares que el dueño de casa pidió hace ya varios años para seguir adelante con su tarea de comercialización de máquinas industriales a la que se dedicaba.

Pero en un momento, según trascendió, no pudo seguir pagando las cuotas y buscó asesoramiento en un primo que hizo la tarea de abogado –aunque los abogados dicen que no cuenta con título–.

En diciembre pasado este familiar los llevó a Tribunales y los hizo firmar un papel. No se dieron cuenta que era la aceptación del desalojo. "Nos entregó", dijo entre sollozos cuando se iba de su casa de casi toda la vida Josefa. "Nos vendió, no se cuánta plata le dieron", insistió, y denunció que adulteraron la escritura.