Al final, habrá aumento del boleto de colectivo. El Concejo Municipal aprobó este jueves a la tarde con doce votos a favor (diez de los socialistas y dos de los radicales aliados Jorge Boasso y Néstor Trigueros), nueve en contra y una ausencia, el mensaje para delegar al intendente Miguel Lifschitz la facultad para aumentar la tarifa del transporte público de pasajeros.

Tras la última sesión de prórroga, y en el marco de una sesión extraordinaria, el Concejo Municipal debatió esta tarde durante una hora sobre uno de los temas de mayor repercusión social: el boleto del transporte urbano de pasajeros.

No hizo falta pasar a cuarto intermedio, tal como lo había anticipado el presidente del cuerpo Miguel Zamarini (PS), para llegar a una resolución final. Los votos de los diez concejales oficialistas más los emitidos por Néstor Trigueros y Jorge Boasso (Intransigencia y Renovación Radical) alcanzaron para aprobar la delegación en el Poder Ejecutivo municipal la potestad necesaria para decidir el aumento de la tarifa del transporte, de acuerdo al resultado de los estudios de costos que deberán estar terminados en 30 días.

A pesar de la oposición de los bloques del PJ, PPS, ARI y UCR (Daniela León) –Daniel Peressotti estuvo ausente–, el Poder Ejecutivo tendrá la facultad de solicitar dos informes que serán definitorios para determinar el nuevo precio del boleto: uno a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el otro al Ente Municipal del Transporte.

Si ambos estudios resultan coincidentes, el intendente Miguel Lifschitz podrá determinar el aumento del boleto, pero esta decisión sólo se mantendrá durante el período en que se extiende el receso legislativo del Concejo, es decir, hasta el 15 de febrero.

Según lo aprobado, una vez que el cuerpo vuelva a sesionar, el Ejecutivo deberá enviarle el resultado de los estudios para que los concejales lo analicen y el probable aumento de la tarifa se aplicará recién cuando esté implementado el nuevo sistema de transporte (marzo o abril de 2007). La medida se aprobó a pesar de la resistencia de distintos sectores, entre ellos la propia titular de la Defensoría del Pueblo municipal, Analía Carrió, quien pidió revisar la situación de los subsidios al transporte

Los incidentes

Mientras puertas adentro se trabaja para conseguir el consenso entre los socialistas y los radicales Néstor Trigueros y Jorge Boasso (quien presentó el proyecto alternativo al oficial que terminó aprobándose), afuera del Palacio Vasallo, un grupo de personas que decía pertenecer a movimientos barriales –los mismos que ayer tomaron un colectivo y exigían viajar gratos al centro– realizó este jueves al mediodía una protesta contra el posible aumento del boleto –cuyo costo podría ser de entre 1,10 y 1,20 peso– y buscó entrar por la fuerza al recinto, cuyas puertas estaban cerradas.

Se pudo ver a través de Canal 3, en la apertura del programa De 12 a 14, cómo los manifestantes embestían contra una de las puertas laterales del Palacio Vasallo y realizaban pintadas en las que tildaban a los ediles de “ladrones y corruptos”.

Luego, la intervención policial –un oficial prometió llevar el reclamo de que "siempre nos meten la mano en el bolsillo a los más pobres"– ayudó a calmar los ánimos pero sólo por un rato. Minutos después, retomaron el ataque al edificio del Concejo, mientras la policía miraba sin intervenir, ya que esa era la orden que tenía.

Ya a las 14, llegaron refuerzos policiales que armaron un cordón para evitar un nuevo ataque al edificio. Y a las 15, aunque no fueron atendidos por los ediles, el grupo finalmente se desarticuló, pero a su paso dejó puertas agujereadas, ventanas rotas, paredes escritas con graffiti y veredas llenas de huevos.

En diálogo telefónico con Canal 3, el concejal justicialista Osvaldo Miatello, que se opone al aumento del boleto, dijo que más allá de la postura de cada bloque la violencia "no contribuye a la discusión del tema" y que no había habido un pedido de audiencia por parte de los manifestantes.