Una joven denunció que viajaba a bordo de la línea K cuando un hombre de unos 65 años increpó y golpeó a una chica por tener los pies apoyados sobre el asiento.

“Apenas le pegó empezó a decir a los gritos que tenían que volver (Jorge Rafael) Videla y los milicos para poner orden y que los jóvenes sólo a los golpes iban a entender”, contó Nerina, la pasajera de ese transporte público a Radio 2.

Todavía indignada por el episodio, la joven agregó que mientras el chofer no hacía nada el resto del pasaje intentó frenar los golpes del agresor que impactaban de lleno no sólo en las chicas que ponían los pies sobre el asiento sino en todos los que intentaban intervenir.

“Cuando yo me metí también recibí una piña en la frente por parte del señor que seguía lanzando frases en defensa de la dictadura y el regreso de los militares”, contó Nerina.

Mano dura, golpes para que aprendan, represión y meter bala eran según Nerina las palabras que resonaban al interior del coche de la línea K que no se detuvo a pesar de la batahola desencadenada a bordo y que continuó hasta que el hombre descendió a la altura de San Juan y bulevar Oroño.

Por último, la joven manifestó que no sólo tuvo necesidad de intervenir por los golpes que el agresor propinaba a una chica sino por la crueldad de sus consignas. “Lo hice porque no podía creer tanta impunidad en esta persona arriba del colectivo”, agregó.