Integrantes del grupo ecologista Greenpeace marcharon este martes disfrazados de pingüinos frente a la Casa Rosada para pedir a la presidenta Cristina Fernández que asista a la cumbre sobre cambio climático que se desarrolla en Conpenhague, Dinamarca.

Es porque Cristina envió a la cumbre de la ONU al canciller Jorge Taiana.

"El gobierno argentino no sólo no concurre a esta cumbre clave para la resolución de cambio climático, sino que Argentina adopta una posición absolutamente a contramano en su política doméstica", explicó el director ejecutivo de Greenpeace en Argentina, Martín Prieto.

Argentina tiene "una agudizada dependencia de combustibles fósiles, básicamente petróleo y gas, y está planeando inaugurar una oficina de carbón en la provincia de Santa Cruz, sabiendo que la quema de carbón para producir energía es el modo más sucio en términos de cambio climático", aseguró.

Asimismo, denunció que el gobierno de Cristina no está fomentando el uso de energías renovables "pese a los enormes recursos naturales que tiene el país". Tampoco provee de "fondos suficientes para poder hacer efectiva" la ley de Protección de los Bosques Nativos, subrayó Prieto.

“Argentina, como miembro del G-20 y país firmante del Protocolo de Kioto, tiene compromisos asumidos a la hora de mitigar el cambio climático”, insistió el ecologista.

Para denunciar esta situación, Greenpeace optó por que fueran los pingüinos los que hicieran la petición a Fernández por tratarse de "una de las especies carismáticas" que están en riesgo de desaparecer en este país por la reducción de las masas de hielo en glaciares y en la Antártida.

Fuente: EFE